Brasil acumuló un déficit fiscal primario de 1.100 millones de reales (unos 275 millones de dólares) entre enero y agosto, lo que supuso que las cuentas públicas volvieron a los números rojos, informó hoy el Banco Central.

El déficit primario acumulado, sin incluir el pago de los intereses de la deuda, contrasta con el superávit de 10.200 millones de reales (cerca de 2.550 millones de dólares) que se registró en el mismo período del año pasado.

En agosto el déficit primario ascendió a 7.310 millones de reales (cerca de 1.827 millones de dólares), cifra que supuso la mitad del déficit registrado en el mismo mes de 2014, cuando este indicador llegó a 14.460 millones de reales (unos 3.615 millones de dólares, al cambio actual).

El resultado acumulado en los últimos doce meses empeoró y se situó en un déficit de 43.800 millones de reales (10.950 millones de dólares aproximadamente), equivalente al 0,76 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el superávit fiscal primario es el principal indicador utilizado en Brasil para medir la salud de las cuentas públicas.

El indicador es la diferencia entre los ingresos y los gastos del sector público brasileño, incluyendo gobierno central, administraciones regionales y empresas estatales, pero no tiene en cuenta el pago de los intereses de la deuda.

Teniendo en cuenta el pago de los intereses, el déficit fiscal acumulado en los ocho primeros meses llegó a 339.400 millones de reales (unos 84.850 millones de dólares) y en los últimos doce meses este indicador se elevó hasta un 9,21 % del PIB.

Brasil tuvo en 2014 su primer déficit fiscal primario en trece años, equivalente al 0,63 % del PIB, y el Gobierno se ha trazado una meta de un superávit del 0,15 % del PIB para este año y del 0,70 % para 2016.

Para lograr enderezar las cuentas públicas, el Gobierno ha impulsado una serie de medidas de austeridad, basadas en la reducción del gasto público y el aumento de impuestos y de las tasas de interés, lo que ha repercutido en frenar la economía, que está en recesión.

EFE