Una serie de preocupantes irregularidades que ascienden a $12.543 millones halló la Contraloría General de la República tras revisar con lupa el manejo de los recursos de los Fondos Públicos del Sector Eléctrico (PRONE y FAER).

Después de revisar estos convenios suscritos entre el Ministerio de Minas y Energía y Electricaribe, para las vigencias entre 2008 y 2014, el ente de control fiscal se encontró con obras que tienen una dilatada ejecución, e incluso obras que aún no entran en operación, así como proyectos suspendidos indefinidamente, pese a que a esta empresa se le han girado importantes anticipos.

En relación con la vigencia 2014, por ejemplo, la Contraloría se encontró que diez meses después de haber recibido más de 30 mil millones de pesos, “no ha sido contratado ni ejecutado recurso alguno”.

De acuerdo con la Contraloría, de todos los convenios realizados en el periodo 2008 a 2014, solo uno ha sido liquidado, “y esto a raíz de la actuación especial que adelantó el organismo de control a la empresa electrificadora”.

“Se trata del Convenio PRONE 003-2008, muestra de absoluta ineficiencia pues solo el 56.13% de los 60.502 usuarios que iba a cobijar, es decir 33.961, han sido conectados a la red eléctrica”, precisa el ente de control.

De hecho, gracias a que este convenio logró ser liquidado fue que los hallazgos detectados por la Contraloría pasaron de $19.076 millones a tan solo $12.543 millones. Lo que quiere decir que, gracias al propio ente de control, el panorama de Electricaribe pudo ser peor.

En cuanto a los proyectos de normalización de las redes eléctricas, la Contraloría los calificó con un “balance pobre”.

“De los 583 contratos suscritos para la ejecución del PRONE en las vigencias 2008 al 2013, se reportaron 36 contratos en estado de suspensión indefinida por $21.451 millones, a los que en promedio se ha cancelado el 68 % del valor contratado, y cuya finalidad era beneficiar a 10.192 familias. Su grado de avance es bajo”, apuntan.

Otra grave situación identificada por la entidad es el hecho de que existen proyectos terminados pero que, por alguna razón, no se han puesto en operación.

“Se evidenció que a la fecha de la auditoria (noviembre de 2015) existe un número significativo de proyectos que aun estando terminados no han sido puestos en operación, es decir que los usuarios continúan conectados a la red antigua, por lo cual el proyecto no ha entrado en funcionamiento; aun cuando la infraestructura está lista para la conexión de los usuarios a la red nueva”, sostiene la Contraloría en su auditoría.

Una muestra de los incumplimientos de los objetivos propuestos con la inversión del Fondo para la Normalización de Redes Eléctricas en los barrios subnormales del Caribe es que, como sucedió en el convenio 3 de 2008, de 177 proyectos para ejecutar, solo se terminaron 137.