El Ministerio de Salud informó este lunes que una familia de diez personas que ingresó en Colombia desde Venezuela por la crisis fronteriza permanece aislada en la localidad de Puerto Santander, donde cuatro de sus miembros han dado positivo por varicela.

El grupo llegó desde Orope, en el venezolano estado de Táchira, que se mantiene completamente cerrado con Colombia.

Según detalló el ministerio en un comunicado, los infectados son "dos madres de 16 y 18 años y sus bebés de 14 y 9 meses de edad".

Con respecto al resto de la familia, tres personas han sido vacunadas por las autoridades colombianas, en tanto que dos más manifestaron haber tenido varicela en el pasado y el miembro restante, un bebé de dos meses, no puede ser vacunado.

La información agregó que primero se diagnosticó al bebé de 14 meses, "que tuvo los síntomas el pasado 24 de agosto cuando permanecía en territorio venezolano".

Posteriormente presentó síntomas su madre y después las otras dos mujeres.

La detección y tratamiento de este caso forma parte del refuerzo sanitario desplegado en la zona fronteriza, donde se mantiene la vigilancia epidemiológica para evitar la propagación de enfermedades en ese área, masificada por la llegada de miles de colombianos procedentes de Venezuela.

Según último balance oficial de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD), desde que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó hace once días cerrar parte de la frontera, 1.097 personas han sido deportadas por su Gobierno y otras 7.162 han abandonado voluntariamente el país por temor a correr la misma suerte.

La mayoría ha cruzado por trochas cercanas al paso entre San Antonio (Venezuela) y Cúcuta (Colombia), si bien en los últimos días otros puntos más alejados, como Puerto Santander, se han convertido en zonas de cruce.

Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros con tres puestos migratorios terrestres en Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), y uno fluvial en Puerto Carreño (Vichada), y el resto son cruces ilegales, muchos de ellos en zonas selváticas.

EFE