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Visitar Toledo

Primavera del 2019. Antes de la peste del COVID. Se realizó el Seminario sobre Política y Utopía, programado por La UNED (Universidad de Educación a Distancia) de Madrid y dirigido por el filósofo Moisés González García . Fue de un alto nivel académico. Contamos con la participación de filósofos como Manuel Reyes Mate, el Maestro De la Caña, Fernando Savater, unos profesores de México,  Colombia y de otras partes de España como el país Vascos y Cataluña. De ese seminario salió un texto publicado : Utopía y Poder En Europa y América. Editorial Tecnos . Dónde se publica  mi ponencia: América mestiza : Sol de Esperanza .

Cada ves que asisto a un evento  académico como estos, sea en España o en otros lugar del planeta; siempre visito lugares históricos trascendentales como por ejemplo llegar a la casa donde nació Miguel de Cervantes Saavedra en Alcalá de Henares. Y pensar al instante el mundo de la imaginación de Cervantes en su gloriosa obra El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha   y recordar La plegaria que Sancho pronunció cuando el personaje Ginés de Pasamonte le raptó el burro de nombre El Rucio en la sierra Morena y que recuerdo así: “… O hijo de  mis entrañas , nacido en mi mesma casa, brinco de mis hijos, regalo de mi mujer, envidia de mis vecinos, alivio de mis cargas y finalmente, sustentador de la mitad  de mi persona, porque con veinte y seis maravedís que ganaba cada día mediaba yo mi despensa”. O visitar las casas de Pablo Neruda en Santiago y más exactamente en La Chascona dónde vivió  sus últimos días o en la Isla Negra que la visité  con el profesor Juan Pabon Arrieta y Sra. Presentamos   sendas  ponencias  en el II congreso  Iberoamericano de filosofía realizado en la Universidad Católica de Chile de Valparaíso. Y de ahí a la casa de Neruda.

En esta oportunidad mi visita fue a la ciudad de  Toledo. Ya la conocía por referencia y eso me hizo hacer el viaje para confrontar su  historia. Pues allí  conservan el pasado de la Escuela de traductores que funcionó allí por muchos años. No queda muy lejos de Madrid la capital y eso se me hizo más fácil. Me acompañó el filósofo colombiano y traductor del Alemán al Castellano Diego Correa quien participó en el Seminario.

Llegamos a Toledo y al pisar sus calles  empedradas  me trasladé mentalmente a  la Edad Media. Su  catedral está rodeada de murallas cómo las de Cartagena de indias. Subimos por esas calles empinadas y llegamos al centro de la ciudad. Cuando miraba sus callejones,  murallas y catedral, pensaba en los grandes traductores árabes como Avicenas, Averroes y el judío Maimonedis

Averroes ( Abul – I- Walid  Muhammad ibn Ahmad  ibn  Rusd)(1.126-1.198). Nació  en Córdoba, discípulo de Abentofail . Es el más eminente de los filósofos árabes. Ejerció de juez en Sevilla y Córdoba.Fue acusado  de herejías por ir contra  las interpretaciones filosóficas del dogma y deportado a Marruecos donde falleció .

La tradición aristotélica árabe llega a su culminación y madurez en Averroes. Autor de numerosos comentarios a los textos del Estagirita que influyeron de modo considerable sobre la Escolástica.

Busqué la Escuela de Traductores y entré en ella. Aquí sí que me remonté a esa época de Averroes y pisé el mismo sitio donde se sentaban los  traductores del Griego al Arabe y luego al castellano. Ahí estaban las mesas con sus respectivas sillas y me imaginé a Avicenas haciendo  la traducción de las obras de  Aristóteles  que se vinieron a conocer en tierras castellanas.

Esa escuela de Traductores todavía se conserva y ahí  acudían estudiantes de todo el mundo a traducir del latín, del Griego, del Italiano etc. Obras teológicas y filosóficas.

Recuerdo que en esa Escuela se practicaba un refrán que decía: “Vengan todos los estudiantes del mundo, que aquí se cuece lo último del pensamiento humano”.

Esta  Toledo que estoy pisando. La Toledo moderna está llena de almacenes de grandes vitrinas donde se encuentran toda clase de espadas, cuchillos , machetes, navajas etc. Desde la Espada de El Cid Campeador de nombre La tizona a una pequeña navaja que utilizaban en la Edad Media con mucha peligrosidad, que es capaz de destazar cualquier estómago rebelde.

La catedral protegida con sus invencibles murallas; sus picos elevados en la búsqueda de Dios, como arte Barroco.

En la entrada de Toledo se agigantan grandes puertas que parece que el tiempo no les pasa. El tiempo se estacionó en ellas y han sido testigo de todo el acontecer humano. El tiempo en ellas como  -  decía el profesor Kant – era trascendental . Pero el mundo moderno que reina dentro de la ciudad , parece que las transforma en puertas que tienen un tiempo trascendental moderno y además porque en su plaza principal están los Bancos BBV. Y Santander. Parece que la capital acabó con la tradición y costumbres medievales;  porque ya no se ven los curas a pie, sino en automóviles  modernos y monjas conduciendo camionetas  cuatro puertas Cherokys.

Al salir de Toledo nos encontramos con el río Tajo que pasa silencioso, limpio y da una apariencia de ser un río mansito. Que al entrar el visitante a la ciudad no se da cuenta de  su presencia.

Al observar detenidamente desde afuera el fuerte de la Catedral rodeada por sus infranqueables  murallas; me acordé que en La Guerra Civil Española; Los Rojos – como le decían a Los Republicanos – querían tomar a Toledo . Habían atrapado al hijo de uno de los comandantes franquistas y le habían gritado desde abajo que lo asesinaban sino  entregaban la ciudad .A lo cual el comandante respondió: ¡Asesinarlo!. Así lo hicieron y el ejército franquista no dejó  tomar el fuerte . Al rato llegó Franco con su tropa y  preguntó : Cómo ha estado todo mi comandante?

Y este respondió: Todo en orden mi general.

Su ideal era: ¡Patria o muerte!.

Madrid.  Primavera 2019.