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Una Navidad sin pólvora

Con motivo de la víspera navideña que se avecina, hago un llamado reflexivo a toda la sociedad para que se concienticen de las repercusiones negativas que trae consigo el uso de la pólvora.

Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en el 2021 hubo un total de 1.174 personas lesionadas por pólvora, de las cuales 810 correspondieron a adultos mayores, que 352 de estos se encontraban en estado de embriaguez. ¡Esto es preocupante! 

De igual forma, se identificó que 364 de estas personas eran menores de 18 años, quienes, además, resultaron heridos, comprobándose que 35 de ellos habían consumido alcohol en compañía de un adulto. ¡Inaudito!

Por tanto, el llamado es que en este 2022 toda la sociedad pueda sensibilizarse y mitiguen los accidentes y tragedias que este tipo de fuegos artificiales han traído consigo en el pasado. En tal aspecto, necesitamos que todos contribuyamos a multiplicar este mensaje y ayudemos a evitar las emergencias de este tipo. No podemos permitir que las fiestas decembrinas se transformen en tragedias.

Invito a los alcaldes y gobernadores para que, en conjunto con las autoridades judiciales, intensifiquen los esfuerzos que año tras año vienen realizando para esta época, a fin de neutralizar el impacto que se puede derivar en la comunidad, a partir del uso indebido de la pólvora.

Necesitamos que entre todos se despierte un alto sentido de pertenencia y de responsabilidad, al punto de lograr que la misma ciudadanía colabore con las autoridades, informándole oportunamente de hechos, conductas o lugares donde se presente la fabricación ilegal o transporte inadecuado de pólvora.

Sabemos que las clínicas y hospitales estarán muy atentos frente a este panorama nacional que se repite todos los años, disponiendo para ello de todos los insumos y personal médico para atender las posibles emergencias que se presenten; pero, está en nosotros como sociedad luchar para que este tipo de sucesos no se sigan presentando y destruyendo la integridad humana y psicológica de muchas personas. Debemos ser garantes para que las familias disfruten sanamente estas fiestas decembrinas.

Le pido a los padres que por favor no permitan que sus hijos jueguen con estos elementos, toda vez que estos representan también un riesgo de intoxicación y peligro. Además, recordemos que una simple “chispita mariposa” puede verse inofensiva, pero en realidad constituye un riesgo letal y no es un juego de niños, donde muchas personas pueden resultar heridas y afectar a otras.