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Fallo contra el Fast Track : ¡Un golpe al presupuesto nacional!

"¿Y qué tiene que ver el caldo con las tajá?" *

 

Quienes gozamos por allá en la década de los años 80 con la música de ese gran maestro de San Marcos Sucre, Juan Piña, recordaremos esa frase lanzada por él, en la pieza musical que batió record en su momento: “El Machín”.

Entonces me pregunto: ¿Y qué tiene que ver el reciente fallo de la Honorable Corte Constitucional, sobre el tate quieto’ puesto al Frankenstein Jurídico que el señor abogado de las Farc, el español Enrique Santiago, el rector de la Universidad Externado de Colombia Juan Carlos Henao, el señor Alvaro Leyva Durán ( un conservador izquierdista, cosa rara!) entre otros áulicos de las Farc, le confeccionaron a la medida al Nobel Impoluto, me refiero al mecanismo del ‘Fast Track’, con el presupuesto nacional? ¡Mucho! Seguidamente explico por qué.

Debo empezar diciendo que, en Colombia, ha venido haciendo carrera una peligrosa práctica por parte de las altas cortes: Sus sentencias son dadas a conocer a los ciudadanos mediante ruedas de prensa a cargo del presidente del respectivo Tribunal. Y cuando algún periodista le pregunta por ella, es decir, por la sentencia en firme, le responden: “La estamos redactando apenas”. ¡Qué maravilla! ¡Dicha práctica se presta para todo!

Pues bien, cuando la Corte Constitucional comunicó en rueda de prensa que la norma que le permitía al señor Juan Manuel Santos hacer “lo que a él le diera la gana”, es decir, que todo lo que presentara ante el Congreso vía fast track para la implementación de los acuerdos, los “honorables” congresistas no podían agregarle o quitarle ni una coma, ni un punto, etc, todos los que no han estado de acuerdo con el proceso de paz, estallaron en júbilo.

Analistas políticos, líderes de la oposición, ciudadanos que no creen ni un ápice en las Farc, entre muchos otros, dieron un parte de victoria. Vieron por fin una “luz de esperanza”, les llegó un sentimiento de que ¨todo no está perdido¨, vaticinaron que, con el fallo de la Corte, Colombia enderezaría el rumbo evitando así el camino al castrochavismo. ¡Se generó un gran optimismo nacional, en fin!

Lamentablemente nada de eso va a pasar, excepto que las finanzas públicas, van a deteriorarse aún más. El hueco fiscal de Colombia se agrandará, vendrán más reformas tributarias. ¿Por qué? Sigo explicando.

Contrario a lo que muchos creen, doy por sentado que el fallo de la Corte Constitucional no fue el producto de un profundo y juicioso análisis jurídico de sus magistrados. Algo tiene que haber en el "canto de la cabuya". Juego de poderes? Clamor del 85% de los colombianos que ya no creen en la paz de Santos? ¿La mala imagen de la rama judicial que es aún mayor que la del Congreso?  o ya la mermelada languidece y lo que queda es ya puro saldito de agüita dulce para los nuevos magistrados recién llegados?

¡Pero el fallo es el fallo, y ahí está! En teoría, con el pronunciamiento de la Corte, los “honorables” congresistas ahora sí podrán debatir, cuestionar, y por supuesto modificar los decretos con fuerza de ley  que presente Santos dentro de su aforada misión de entregarle el país a las Farc, perdón, de su aforada misión de implementar los acuerdos.

Y digo que en teoría por que eso no es lo que va a suceder precisamente. Un gobierno como este, autor de la destrucción de la institucionalidad, sepulturero de la democracia que tenemos ( con todos sus defectos, pero democracia al fin y al cabo), que ha dado muestras de comprar todo, unas Farc a las puertas de conseguir lo que jamás pudieron en más de 50 años de plomo, cilindros y collares bombas y otros vejámenes más contra la población civil, van a permitir que el pan se queme en la boca del horno, es decir, van a permitir que su llegada al poder en Colombia se les diluya? ¡Ni de vainas! Y estarán dispuestos a hacer lo que se tenga que hacer con tal de conseguir su propósito.

El Presidente Santos, en su visita a los Estados Unidos, al enterarse del fallo de la Corte, le salió al paso a la delicada situación, y dijo que se sentía tranquilo, que acataba el fallo, que no veía ningún peligro para la implementación de los acuerdos, pues confiaba plenamente en las mayorías en el congreso, es decir, esa mayoría que todo se lo ha aprobado gracias a la mermelada, ya en vía de extinción, pues el país está quebrado.

Por ejemplo, es casualidad que, a los pocos días de haberse proferido el fallo de la Corte Constitucional, el partido Cambio Radical haya anunciado supuestamente que está estudiando separarse de la llamada “Unidad Nacional”? No creo que sea casualidad. Ya empezaron a mostrar los dientes, ya empezó el forcejeo de “cuanto y qué me dan”?

La “Unidad Nacional” es la única esperanza de Santos para que su impopular e ilegitimo proceso de paz sea una realidad. ¿Y cómo logrará blindar esa Unidad de tal manera que le garantice que todo lo que someta al congreso vía fast track, le será aprobado tal cual como él lo presente? Muy fácil: ¡A punta de más burocracia, más contratos, más cupos indicativos, más cargos diplomáticos, más notarías, etc para familiares y amigos de los congresistas. Es decir, lo que hizo la Corte con su fallo, para un país corrupto como el nuestro, hablando claro y “pelao”, fue el de encarecer el apetito voraz y la ambición desmedida del Congreso de la República, de ahí que el gran sacrificado será nuestro lánguido presupuesto nacional!! Tan es así, que ya se está preparando otro conejo, por que este es el gobierno de los Conejos. Resulta que el antes Samperista, después ultrauribista, actualmente ultrasantista, y si las Farc llegan al poder, será ultraTimochenkista, me refiero al “honorable”  senador Roy Barreras, en el día de ayer, presentó una propuesta para simple y llanamente hacerle conejo al fallo de la Corte. Tan creativo él! El senador Barreras no da puntada sin dedal. Esa propuesta, ofrecida a Santos, será a título gratuito como decimos los abogados? No lo creo.

¡Por todas estas razones, el caldo, sí tiene que ver con las tajadas!

Adendo I: En mi columna anterior, me referí a los distintos nombres que han venido colocándole a Barranquilla ( Capital del TLC, Capital de la Eficiencia Energética, Capital de Vida, etc). Pues bien, al día siguiente de haber sido publicada, se llevó a cabo otro bautizo: “Capital Deportiva de Colombia” ¡Pongámonos de acuerdo!