Un estudiante con autismo podrá ir a clases con su perro, tras ganar batalla judicial
"A las personas que padecen cualquier tipo de discapacidad se les deben brindar las condiciones necesarias para una reincorporación plena en lo social".
La Sala Constitucional de Costa Rica declaró este miércoles con lugar un recurso de amparo a favor de un estudiante de 14 años con trastorno del espectro autista, quien desde ahora podrá ir a clases acompañado por su perro de asistencia.
El menor es estudiante de secundaria del Colegio de Naranjo, provincia de Alajuela (centro), y tiene un diagnóstico médico de trastorno del espectro autista grado 2, razón por la cual cuenta con un perro de asistencia certificado y entrenado específicamente para potenciar su independencia, autoestima, control emocional e interacción social, explicó la Sala Constitucional.
El recurso de amparo indica que el centro educativo informó a los padres que el menor debía permanecer aislado junto a su perro y que el Departamento de Asesoría Pedagógica del Ministerio de Educación recomendó rechazar el ingreso del perro a las instalaciones.
La Sala Constitucional explicó este miércoles que "logró constatar la alegada violación a los derechos fundamentales" del menor.
"El Ministerio de Educación Pública debe garantizar condiciones de igualdad a las personas con discapacidad y facilitarles su acceso a la educación y a diferentes espacios físicos sin discriminación alguna. A tal efecto, el derecho y libertad de aprender es un derecho fundamental del tutelado, así como de todos los estudiantes, en el que deben procurarse los medios y garantías para que la educación sea excelente y accesible, de derecho y de hecho, a toda la población", resolvió el tribunal constitucional.
Además, los magistrados señalaron que a las personas que padecen cualquier tipo de discapacidad "se les deben brindar las condiciones necesarias para que logren su reincorporación plena en lo que a la participación social respecta, pues el disfrute de iguales oportunidades de acceso y participación en idénticas circunstancias deja de ser para las personas con discapacidad una simple aspiración y se convierte en un derecho fundamental".
La magistrada Anamari Garro Vargas salvó el voto porque consideró que no se conocen plenamente las razones de la negativa para que el menor acudiera acompañado por el perro al centro educativo, pues el Departamento de Asesoría Pedagógica del Ministerio de Educación Pública no rindió el informe que le solicitó la Sala Constitucional sobre este caso.
EFE