Ahlam Albashir, capturada por el atentado en Estambul.
Ahlam Albashir, capturada por el atentado en Estambul.
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@SuTunal1

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Turquía atribuye el atentado a grupo kurdosirio, que niega toda implicación

Capturan a mujer siria, sospechosa de ataque con explosivos que dejó seis muertos.

Una mujer siria llegada de Kobani (Siria), entrenada como agente por las milicias kurdosirias y camuflada durante cuatro meses en Estambul antes de colocar la bomba que el lunes mató a seis personas. Esta es la versión del Gobierno turco, aunque las organizaciones armadas kurdas se han desvinculado del atentado.

Según la policía turca, la principal responsable del atentado, detenida esta madrugada, se llama Ahlam Albashir y fue entrenada como agente por la milicia kurdosiria Unidades de Protección del Pueblo (YPG), en Kobani.

Albashir entró de forma clandestina en Turquía desde Afrin, en Siria, junto con otro agente, un hombre identificado con la inicial B., y empezó a trabajar en un taller textil en el barrio de Esenler en Estambul, como muchos refugiados sirios.

Para no llamar la atención hacía vida de pareja con B. y evitaba comunicarse por vía digital con la organización en Kobani, señala la agencia turca Anadolu, citando a fuentes policiales.

El día del atentado, Albashir recibió de B. una bolsa con un kilo de explosivo TNT que llevó a la concurrida calle Istiklal en el centro de Estambul y la dejó bajo un banco en el que primero se quedaba unos 40 minutos sentada, para luego salir corriendo y huir en taxi.

Eran las 16.20 (hora local, 13:20 GMT) y la bomba estalló momentos después, matando a seis personas: un padre con su hija de nueve años, una madre con su hija de 15, y un matrimonio en la treintena.

La deflagración causó heridas a 81 personas, de las que 55 ya han sido dadas de alta, mientras que 26 siguen en tratamiento, cinco de ellas en cuidados intensivos y de estas, dos con pronóstico grave.

A las 02.50 de esta madrugada, tras examinar 1.200 cámaras de seguridad y reconstruir el trayecto de la sospechosa, la policía irrumpió en una casita baja en el barrio periférico de Küçükçekmece y detuvo a Albashir.

El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, afirmó que los responsables del atentado se preparaban para huir a Grecia, pero que uno de ellos, ya detenido, tenía orden de matar a Albashir tras el atentado para borrar las huellas.

Soylu recordó que las YPG y su rama política PYD, componentes principales de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), son aliados de Estados Unidos en su lucha contra el Estado Islámico en Siria, y acusó directamente a Washington de ser corresponsable del atentado.

"No aceptamos las condolencias de la embajada estadounidense. Tenemos que cuestionar nuestra alianza con un Estado que desde su propio Senado manda dinero a Kobani y alimenta la región terrorista", dijo Soylu hoy.

"Los peones no son importantes. Los responsables son los que alimentan al PYD", agregó el ministro.

Sin embargo, tanto el máximo comandante de las FSD, Mazlum Abdi, como el portavoz de las YPG, Nouri Mahmoud, han rechazado toda implicación.

"Declaramos que nuestras fuerzas no tienen nada que ver con el atentado de Estambul y rechazamos las alegaciones que acusan de ello a nuestras filas" escribió Abdi en Twitter, mientras que Mahmoud acusó a Ankara de tejer un "escenario ficticio" para respaldar su "falsa acusación" contra el grupo armado.

Mahmoud aseveró que el Gobierno turco busca con este atentado un pretexto para lanzar otra operación militar en Siria contra las regiones kurdas de Siria, buscando réditos electorales para la cita con las urnas en junio próximo.

También el máximo mando del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, ha rechazado hoy en un comunicado toda relación con el atentado. 

EFE

 

 

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