Los matrimonios de menores han aumentado en Marruecos en términos absolutos en los pasados doce años, ya que pasaron de 30.312 en 2006 a 32.104 en 2018, según las cifras reveladas este lunes por el Consejo Económico y Social en un foro de debate sobre este fenómeno.

Los intervinientes precisaron que el matrimonio precoz no es exclusivo de Marruecos, sino que en todo el mundo afecta anualmente a 12 millones de niñas (pues son casi exclusivamente mujeres) y que se calcula que a nivel mundial un 21 % de mujeres casadas contrajeron matrimonio antes de ser mayores de edad.

En el caso de Marruecos, el Código de Familia ("Mudawana") fue enmendado en 2004 para prohibir el matrimonio antes de los 18 años, pero la ley contempló algunos casos de excepción que se han convertido en norma al permitir así que cada año una media de más de 30.000 niñas sean casadas por sus familias.

De hecho, los jueces marroquíes, que son los habilitados a aplicar esas excepciones, dieron su permiso para el matrimonio precoz en un 85 % de los casos solicitados entre 2011 y 2018.

La escuela, lugar de la niña 

Los participantes en el foro insistieron en la necesidad de campañas de sensibilización social en las regiones con más prevalencia de este matrimonio precoz, con el fin de expandir la idea de que el lugar de una niña es la escuela y que una niña menor no está preparada para ser madre.

Junto a esto, propugnaron también una política más firme para castigar a todos los que intervienen en un matrimonio infantil, como los padres, los jueces o los intermediarios que con frecuencia son los que "arreglan" estas bodas.

Pero además de los matrimonios debidamente registrados, hay un fenómeno que según las participantes es creciente y que se trata del "matrimonio por contrato": a cambio de una suma de dinero, el padre de una niña menor "cede" su hija a un hombre mayor, casi siempre emigrante, sin que medie ningún juez ni notario; solo cuando la niña queda embarazada, exigen entonces la inscripción del matrimonio.

Esto equivale a la "trata de personas", según el consenso de todos los participantes.

Fenómeno también urbano 

El coloquio sirvió también para desterrar algunos tópicos, como que se trata de un fenómeno casi únicamente rural: la asociación Iniciativa para la Protección para los Derechos de las Mujeres aseguró hoy que un 44 % de esos matrimonios precoces se celebran en medios urbanos.

Todos los participantes pusieron el acento en que "matrimonio precoz es matrimonio forzoso", y que sus consecuencias son siempre negativas: abandono escolar, embarazos no deseados y maltrato doméstico frecuente, entre otras.

El debate para prohibir definitivamente el matrimonio de menores se repite una y otra vez, pero choca con una clase política que hasta ahora, y en su gran mayoría, se ha mostrado más proclive a tolerar este fenómeno con el fin de preservar las tradiciones o la realidad social en las regiones más rurales de Marruecos.

EFE