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El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
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EFE

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Rusia comenzó la siguiente fase de la campaña militar en Ucrania

Así lo confirmó el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó hoy que la siguiente fase de la campaña militar de Rusia en Ucrania ha comenzado, centrada en la "liberación completa" de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk.

"La operación en el este de Ucrania tiene como objetivo, como ya se anunció, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Esta operación continuará, la siguiente fase de esta operación especial está comenzando", dijo en una entrevista con la cadena de televisión India Today, difundida por su departamento.

"Y, me parece, ahora será un momento importante en esta operación especial", añadió Lavrov, el primer alto cargo de Rusia que confirma públicamente que la gran batalla de Rusia por el Donbás ha comenzado.

Lavrov sostuvo que Ucrania no supo "valorar" la retirara de las tropas rusas hace tres semanas de las regiones de Kiev y Chernígov, en el norte del país, y de la región de Sumi, en el noreste.

"Cambiamos la configuración de nuestra presencia militar en Ucrania, esto se anunció inmediatamente después de la reunión en Estambul", el 29 de marzo, señaló.

"Dijimos que dado que creemos que (los ucranianos) han sometido a consideración lo que podría constituir la base de un acuerdo, nosotros, como un gesto de buena voluntad cambiamos la configuración en las regiones de Chernígov y Kiev, pero esto no fue apreciado, sino que se organizó de inmediato Bucha", dijo.

Lavrov se refería así a la matanza de civiles descubierta en Bucha tras la retirada de las tropas rusas de la región de Kiev, de la que Ucrania y Occidente acusan a Rusia, que a su vez califica lo ocurrido como una "escenificación".

El ministro de Exteriores aseguró que Rusia "no descansará hasta establecer la verdad" de lo que ocurrió en Bucha.

Lavrov sostuvo que "este complot" se desarrolló de la misma manera que el "de los Skripal, Litvinenko y Navalni y el Boeing de Malaysia Airlines", en referencia al envenenamiento o intentos de envenenamiento de dos exespías rusos y el opositor Alexéi Navalni, de los que Occidente acusa a Rusia, además del derribo del vuelo MH-17 en el este de Ucrania por un misil BUK que pertenecía a ese país.

El jefe de la diplomacia rusa aseguró además que Rusia no tiene la intención de cambiar "el régimen" en Ucrania.

"No vamos a cambiar el régimen en Ucrania, hemos hablado de esto muchas veces. Queremos que los ucranianos decidan por sí mismos cómo quieren vivir", dijo, pese a haber justificado al inicio de la campaña militar la ofensiva en Ucrania con la "desnazificación" del país vecino y haciendo referencia en varias ocasiones al "régimen nazi" de Kiev.

Asimismo, consideró que Occidente se aprovechó del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, por presuntamente presionarle para que éste ignorase los Acuerdos de paz de Minsk para el Donbás, donde ya se enfrentaban desde 2014 las fuerzas prorrusas de Donetsk y Lugansk y el Ejército ucraniano.

"Hicieron todo lo posible para reforzar en él su deseo de ignorar los Acuerdos de Minsk", indicó.

En opinión de Lavrov, no se puede negociar seriamente con Zelenski, pues éste, afirmó, "cambia constantemente su punto de vista en direcciones diametralmente opuestas".

"Él habla mucho. Depende de lo que beba o fume, dice mucho", dijo el jefe de la diplomacia rusa en respuesta a una pregunta sobre la supuesta intención de Rusia de utilizar armas nucleares contra Ucrania.

Lavrov aseguró que Rusia "no está considerando la posibilidad de usar armas nucleares en Ucrania". "Estamos hablando de armas convencionales solamente", afirmó.

Otro ultimátum

Rusia dio hoy otro ultimátum a las fuerzas ucranianas que aún resisten en la asediada ciudad de Mariúpol, especialmente en la acería de Azovstal, para que depongan hasta el mediodía de este martes las armas a cambio de salvar así su vida.

"Teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha desarrollado en la planta metalúrgica de Azovstal, además de guiarse por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas rusas ofrecen una vez más a los militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros detener las hostilidades y deponer las armas a partir de las 12:00 (09.00 GMT)", señaló el Ministerio de Defensa.

"A todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida", dijo el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, coronel general Mijaíl Mizintsev, en un comunicado.

Rusia propone que se establezca a partir de las 13.00 (10.00 GMT) un canal de comunicación continuo entre las partes rusa y ucraniana para el intercambio mutuo de información.

Media hora después los militantes de "batallones nacionalistas", es decir, el regimiento de Azov, y los mercenarios que luchan con ellos, junto con las fuerzas rusas y las milicias prorrusas de Donetsk, declararían un "régimen de silencio" o alto el fuego y garantizarían su "estricto cumplimiento".

"El inicio real del 'régimen de silencio' por ambas partes se indicaría mediante el levantamiento de banderas -rojas, por parte de Rusia, y blanco del lado ucraniano- alrededor de todo el perímetro de Azovstal. Entre las 14.00 y las 16.00 hora local, se produciría "la salida de todas las unidades armadas ucranianas y de los mercenarios, sin excepción, sin armas ni municiones", explicó Mizintsev.

"Una vez más, hacemos un llamamiento a las autoridades oficiales de Kiev para que muestren prudencia, den las instrucciones apropiadas a los militantes para que detengan la resistencia sin sentido y abandonen el centro de la resistencia" en Azovstal, señaló.

Si Kiev no diera la orden, añadió, los defensores ucranianos deben "tomar esa decisión por sí mismos y deponer las armas", dijo.

El portavoz de las milicias de Donetsk, Eduard Basurin, señaló momentos antes de que ha comenzado el asalto a la acería, último reducto de resistencia en Mariúpol.

El asesor del alcalde de la ciudad, Petró Andriushchenko, afirmó por su parte en su cuenta de Telegram que los rusos "están atacando no solo con bombas pesadas Azovstal, sino que la artillería y los tanques continúan atacando caóticamente un sector residencial".

En un mensaje más amplio a los soldados ucranianos en general, Mizintsev, hizo otro llamamiento "a todo el personal militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania y mercenarios: con la actitud cínica de las autoridades de Kiev, les espera un destino poco envidiable", añadió en un mensaje más amplio a los soldados.

"No tientes tu destino, pero toma la única decisión correcta de detener las hostilidades y deponer las armas ahora, dondequiera que tus 'patrones' te obliguen a luchar por las ideas del nazismo", dijo Mizintsev.

Aseguró que Rusia "garantiza a cada uno de ustedes la preservación de la vida y el cumplimiento de todas las normas de la Convención de Ginebra sobre el trato de los prisioneros de guerra, como ya sucedió con el personal militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania que se había rendido previamente en Mariúpol".

El coronel general indicó que esta declaración será enviada inmediatamente a la ONU, la OSCE, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y otras organizaciones internacionales. 

EFE

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