Papa Francisco.
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Papa insta a "hablar de paz a quien quiere guerra y de acogida a quien cierra puertas"

El Sumo Pontífice también habló de la acción del Espíritu Santo.

El papa Francisco animó este domingo a la Iglesia y sus fieles a seguir "hablando de paz a quien quiere la guerra" o "de acogida y solidaridad a quienes cierran las puertas" de la sociedad, durante la misa de este Domingo de Pentecostés.

"Estamos invitados a anunciar el Evangelio a todos, yendo siempre más allá no solo en sentido geográfico sino de barreras étnicas y religiosas paro una misión verdaderamente universal", invitó, citando a la encíclica "Redemptoris Missio" (1990) de Juan Pablo II.

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Francisco en su homilía habló de la acción del Espíritu Santo, cuya revelación se celebra en Pentecostés, en quincuagésimo día tras la Pascua, y señaló que gracias a ese poder la evangelización "puede y debe hacerse con la misma fuerza y la misma gentileza".

"No con prepotencia ni imposiciones. El cristiano no es prepotente sino que su fuerza es otra, es la del espíritu. Y tampoco con cálculos, astucia, sino con la energía que llega de la fidelidad a la verdad", emplazó el pontífice.

Así, llamó a "no rendirse", "a seguir hablando de paz quien quiere la guerra, de perdón a quien siembra venganza, de acogida y solidaridad a quien cierra las puertas y erige barreras, de vida a quien elige la muerte, de respeto a quien ama humillar, insultar y descartar".

Pero también hablando de "fidelidad a quien rechaza todo vínculo, confundiendo la libertad con un individualismo superficial, opaco y vacío".

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Para ello, el papa animó a los fieles a "no dejarse intimidar por las dificultades, las humillaciones y las resistencias que, tanto hoy como ayer, -dijo- no faltan en la vida apostólica".

El pontífice argentino, ante los fieles que acudieron a la basílica de San Pedro y unos 250 miembros de la Curia, reiteró una de las ideas clave de su ministerio, la de no excluir o rechazar a nadie por sus elecciones o formas de vida.

"Nuestro anuncio debe ser gentil para acoger a todos. No olvidemos esto, a todos, todos, todos. No olvidemos aquella parábola de los invitados que no quisieron ir a la fiesta. Id a las calles y traed a todos, buenos y malos", terminó.

EFE

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