Unos 1.500 árabes israelíes se manifestaron en la ciudad de Nazaret en solidaridad con los palestinos de Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, una protesta en la que gritaron consignas a favor de poder rezar en la mezquita de Al Aqsa.

Organizada por el Partido Jadash (ex comunista), los manifestantes fueron convocados después de que el jueves una mujer de la ciudad resultara herida por disparos de la Policía tras atacar a un agente de seguridad en la ciudad de Afula.

"Todos somos Asare Abed", gritaron los manifestantes al recordar a la atacante, que se encuentra herida y bajo arresto tras el suceso del jueves.

Los árabes israelíes, o "palestinos del 48", son aquellos que permanecieron en el territorio reconocido de Israel tras su independencia en 1948.

Miembros de esta minoría y de la familia han rechazado las acusaciones de la Policía de que la mujer tratara de agredir a un agente de seguridad y destacaron que no tenía ninguna razón para hacerlo.

"Los policías y los racistas son los terroristas", corearon los manifestantes, que ondearon banderas palestinas y defendieron el derecho de los musulmanes a rezar en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, donde Israel ha aplicado restricciones desde que comenzó la actual escalada a principios de septiembre.

En los últimos días las manifestaciones de protesta por parte de la minoría árabe de Israel han proliferado, así como los enfrentamientos con la policía a la entrada de varias ciudades de mayoría árabe y ataques con piedras en diversas carreteras del norte del país, según informó la policía.

"Los palestinos del 48 nos hemos convertido en una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento", dijo Jaled Gnaim, de la localidad de Baka Al Garabíe, a la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.

Y agregó que "toda expresión de racismo y extremismo se va haciendo cada vez más difícil, pero ahora atacan a nuestras mujeres e hijas".

Hace unos días varios agentes policiales resultaron heridos en Yafo, localidad del sur de Tel Aviv, en otra manifestación, pero las quejas y protestas se han intensificado desde el caso de Arabe Abed y de que varios árabes israelíes hayan sido atacados dentro de Israel por ultranacionalistas.

El caso más notorio se produjo en la ciudad de Dimona, donde dos miembros de la comunidad y dos palestinos fueron apuñalados.

La noche de antes, en la ciudad de Natania, decenas de nacionalistas trataron de dar una paliza a tres jóvenes, dos de los cuales escaparon y un tercero fue rescatado por la Policía.

Los árabes israelíes representan algo más del 20% de la población de Israel, es decir, alrededor de 1,5 millones de personas.

EFE