Los 'año viejo' que quemarán hondureños: el presidente y su hermano preso en EE.UU.
Creados en un taller de tapicería en el extremo sur de Tegucigalpa.
Las figuras del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y la de su hermano Juan Antonio 'Tony' Hernández, quien fue declarado culpable en EE.UU. por narcotráfico, serán quemadas el próximo martes en la capital del país para despedir el 2019 y recibir el 2020.
Representada en un monigote, el gobernante es la principal imagen que los empleados de un taller de tapicería en el extremo sur de Tegucigalpa escogieron este año para prenderle fuego la última noche de 2019 y recibir 2020, como parte de una tradición popular en el país centroamericano.
"Nosotros con estos años viejos (monigotes) hemos venido proyectándonos con los mandatarios para protestar sanamente sin estropear a nadie", dijo a Efe Luis Lagos, uno de los propietarios del taller de tapicería que, desde hace 18 años, elabora estas figuras.
Otras dos figuras, la de 'Tony' Hernández, hermano del gobernante, quien fue declarado culpable en octubre pasado de cargos por narcotráfico" de los que lo acusó el Gobierno de EE.UU., y el de un avión similar al que utiliza el presidente del país, también serán quemadas, con gasolina, en el sector de Germania, en el extremo sur de la capital.
Lagos indicó que los monigotes es una manera de "protestar" y demostrar que "nos sentimos con mucho malestar respecto a todos los embates y cosas negativas que los mandatarios fácilmente podrían arreglar en el país", como el alto coste de la energía eléctrica y los combustibles.
Los artesanos elaboraron la imagen de "JOH" (Juan Orlando Hernández) subido en el avión que, según Lagos, representa el avión presidencial, la nave que traslada a los hondureños extraditados a EE.UU. y, a la vez, las avionetas que aterrizan en Honduras cargadas de droga.
Lagos señaló que en la elaboración de los monigotes que serán quemados han participado todos los empleados de taller, unos 14, y que lo más difícil es hacer los rostros de los personajes, en este caso los del presidente hondureño y su hermano, y la estructura de madera del avión.
En el caso de la imagen de cuerpo completo del presidente hondureño, está vestido de saco y corbata, mientras que la de su hermano tienen un traje naranja de la prisión en la que está recluido en Estados Unidos.
Lagos señaló que los monigotes que son quemados cada año representan a figuras públicas en el poder porque "se han favorecido enriqueciéndose y haciendo cosas a favor de ellos y no a favor del pueblo".
Instó al presidente hondureño a "estar más cerca del pueblo y que lo favorezca más", así como que generé más puestos de trabajo.
En la elaboración de las obras, que inició en noviembre, se utiliza madera, esponja, pintura, papel y tubos de PVC, material de uso común en tuberías en la construcción, ya sean cableados o tuberías de agua.
En otro extremo, siempre en Tegucigalpa, Juan Alberto Almendáres elaboró un monigote representando también a 'Tony' Hernández y un helicóptero que, según medios locales, supuestamente iba a ser regalado en 2014 por carteles de drogas al hermano del presidente hondureño.
Almendáres dijo a Efe que 'Tony' Hernández, arrestado en noviembre de 2018 en Miami, será "quemado" para expresar de manera contundente el rechazo del pueblo hacia él por los cargos que le imputaron en Estados Unidos.
'Tony' Hernández fue acusado de conspirar para exportar drogas a EE.UU., de posesión de ametralladoras y de dispositivos destructivos y de mentir a las autoridades federales, de los que se declaró no culpable.
Durante muchos años la tradición era quemar monigotes rellenos de cohetes, representando el Año viejo, pero en las últimas décadas en varias ciudades del país se han venido elaborando imágenes a semejanza de otros personajes, en su mayoría políticos, comenzando por el gobernante de turno.
Este año, al menos en la capital hondureña, la quema de los monigotes no será explosiva, por decisión de la Alcaldía que ha prohibido la venta de pólvora en Tegucigalpa, así como en San Pedro Sula, norte del país, con el fin de evitar que en las fiestas de fin de año las personas sufran quemaduras, especialmente niños.
EFE