Las mujeres sirias que se 'pusieron los pantalones' para pelear contra los terroristas
Las mujeres cristianas siríacas quieren evitar que se cometan atropellos contra sus familias como los cometidos en Irak por parte del Estado Islámico.
Un grupo de mujeres pertenecientes a la comunidad cristiana siriaca de Siria, han tomado la difícil decisión de alejarse de sus hijos y separarse de su labor como madres para pelear en la guerra que vive Siria desde hace años contra el Estado Islámico.
Los siríacos son cristianos y representan una minoría dentro de la población de Siria -de mayoría musulmana-. La mayor parte de los siriacos son ortodoxos o jacobitas, aunque una parte también es católica. Su diferencia de creencias impulsa a las mujeres a luchar contra Estado Islámico, pues temen que les pase lo mismo que a los cristianos que vivían en Irak cuando los teroristas se tomaron una parte del país.
"Echo de menos a mis hijos, Limar (9 años) y Gabriella (6 años), y pienso que deben tener hambre, sed y frío, pero intento explicarles que lucho para proteger su futuro", asegura Babilonia, una mujer robusta, que tomó la decisión de ir a luchar.
El batallón al que se unió esta mujer, compuesto por decenas de mujeres siríacas, fue bautizado "las fuerzas de protección de las mujeres de Mesopotamia", un nombre que corresonde a la región que tradicionalmente habitaban los siriacos, entre los ríos Tigris y Eúfrates.
Las combatientes son entrenadas como militares para poder resistir en combate, así como para aprender a manejar las armas. Aún así, no tienen mucha experiencia en combate, pues se dedican principalmente a proteger localidades de regiones de mayoría cristiana.
"Somos una comunidad oprimida por los demás", asegura una joven de 18 años que se enroló hace cuatro meses al batallón.
Los siríacos representan en Siria el 15% de 1.200.000 cristianos.