Con un cruce de declaraciones, Bolsonaro y Haddad iniciaron la segunda vuelta presidencial
Los próximos comicios serán el 28 de octubre.
El ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ganó hoy las elecciones presidenciales en Brasil con un 46 % de los votos pero disputará una segunda vuelta frente al progresista Fernando Haddad, pidió a sus seguidores que "continúen movilizados", pues la "victoria final" será el próximo 28 de octubre.
"No deja de ser una gran victoria", dijo en una transmisión en directo desde su domicilio, donde se recupera de las heridas que sufrió el pasado 6 de septiembre, cuando fue acuchillado durante un mitin.
"No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días", por lo que "es un gran triunfo", agregó el candidato en alusión a los casi 50 millones de votos que le respaldaron, frente a los cerca de 30 millones (28,3 %) que logró Haddad.
"Ganamos en casi todas las regiones del país y perdimos sólo en el nordeste", declaró Bolsonaro, quien reconoció que esa zona del país es un fortín del Partido de los Trabajadores (PT), que postuló a Haddad tras la inhabilitación de Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción.
Según el capitán de la reserva del Ejército, ahora la "misión" es que "ese pueblo trabajador del nordeste se libere de las mentiras del PT, que hace un verdadero terrorismo contra la gente más humilde de nuestro Brasil".
El candidato de la ultraderecha reiteró que en este proceso electoral los brasileños deberán elegir entre "dos caminos: el de la prosperidad, la libertad, la familia, o el de Venezuela", en alusión a los nexos de Lula con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Sin citar a Haddad por su nombre, también dijo que "todos saben con quién el otro candidato se aconseja y dónde", por la prisión en que está Lula, a quien el candidato del PT visita cada semana.
"No queremos de vuelta a ese tipo de gente, que es lo peor que hay en la política. Hundieron al país en la más profunda crisis económica, moral y política y no podemos dar otra vez un paso a la izquierda", manifestó, para agregar que Brasil "no puede seguir flirteando con el comunismo".
Aun con la enorme diferencia en las elecciones de hoy, Bolsonaro alertó a sus seguidores de que "la segunda vuelta no será fácil", pues "ellos tienen millones de reales para gastar", sobre los cuales insinuó que serían producto de la corrupción.
De todos modos, declaró una absoluta confianza y pidió a quienes respaldaron hoy sus propuestas que "continúen movilizados" porque "ahora sólo faltan tres semanas" para la "victoria final".
El progresista Fernando Haddad, por su parte, alertó hoy sobre los "riesgos que corre la democracia" en Brasil y subrayó que su única "arma" en la segunda vuelta de las elecciones ante el ultraderechista Jair Bolsonaro, serán sus "argumentos".
El sustituto de Lula en la carrera electoral afirmó que la segunda vuelta es una "oportunidad" que deberá enfrentar con "sobriedad" y "sentido de responsabilidad".
El también exalcalde de Sao Paulo se ofreció para "unir a los demócratas" de Brasil y advirtió que "hay mucha cosas en juego" en el país sudamericano, que hoy celebró sus comicios presidenciales, regionales y legislativos.
"El propio pacto de la Constitución del 1988 está hoy en juego en función de las amenazas que sufre casi diariamente", afirmó Haddad, arropado por sus correligionarios en un hotel de Sao Paulo, donde siguió la divulgación de los resultados.
Aseguró que, de cara a la segunda vuelta, mantendrá el diálogo en favor de un "proyecto de país" y adelantó que ya conversó con tres de sus principales rivales, el laborista Ciro Gomes, la ecologista Marina Silva y el líder de los Sin Techo Guilherme Boulos.
Gomes, exministro de Lula y quien disputó con Haddad los votos de la izquierda en estas elecciones, quedó en tercer lugar con 12,5 % de votos, mientras que Silva y Boulos obtuvieron menos de un 2 % de apoyos.
En su comparecencia, Haddad resaltó sus "valores familiares", una de las principales cualidades destacadas por Bolsonaro en sus discurso y que le han otorgado el voto de algunos de los sectores más conservadores de la sociedad.
"No voy a renunciar a mis valores, inclusive a mis valores familiares, que fueron muy atacados en los últimos años", agregó el también exministro de Educación.
EFE