La Policía brasileña abatió este domingo a Adriano Magalhaes da Nóbrega, un jefe miliciano de Río de Janeiro investigado por el asesinato de la concejala y activista de derechos humanos Marielle Franco, ocurrido en 2018 y del que aún se desconoce el autor intelectual.

Magalhaes da Nóbrega, excapitán de la policía de elite de Río, murió en un enfrentamiento a tiros con agentes en el municipio de Esplanada, en el estado de Bahía, nordeste de Brasil, donde estaba escondido.

Conocido como "Capitán Adriano" y fugitivo desde 2019, era acusado de comandar el llamado "Escritório do Crime" (Oficina del Crimen), un supuesto grupo de sicarios preseuntamente implicado en la muerte de Franco.

Según informó la Secretaría de Seguridad Pública de Bahía, el jefe miliciano, de 43 años, fue localizado en la mañana de este domingo en un inmueble situado en una zona rural de Esplanada.

Cuando los agentes se disponían a cumplir la orden de prisión en su contra, respondió con disparos de armas de fuego. En el intercambio de tiros, fue herido de gravedad y murió, según la versión de las autoridades brasileñas.

En la operación fue aprehendida una "pistola austríaca calibre 9mm" y otras tres armas en diferentes puntos de la casa.

"Buscamos ejecutar la prisión, pero prefirió reaccionar disparando", dijo el secretario de Seguridad Pública de Bahía, Maurício Teles Barbosa, citado en un comunicado.

La Fiscalía sostiene que Magalhaes da Nóbrega era amigo de Fabrício Queiroz, exasesor del hoy senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en su etapa como diputado regional de Río de Janeiro, donde actualmente es investigado por desvío de dinero público y blanqueo de capitales junto con Queiroz.

Marielle Franco, concejala y defensora de derechos humanos, fue asesinada la noche del 14 de marzo de 2018, cuando transitaba en un coche por el centro de Río de Janeiro, tras participar en un acto político. El conductor del vehículo, Anderson Gomes, también fue asesinado.

Las autoridades brasileñas sospechan que detrás de este brutal crimen que conmocionó Brasil y fue condenado por organismos internacionales están grupos milicianos, integrados por expolicías o agentes en activo corruptos.

Las investigaciones continúan abiertas casi dos años después. Hasta el momento han sido detenidos los dos supuestos autores materiales (los expolicías Élcio Queiroz y Ronnie Lessa), pero aún falta por determinar quién fue el autor intelectual.

EFE