Cabañas ‘Mediterránea’ fue el escenario de la cinematográfica balacera que en la mañana del lunes dejó saldo de dos muertos y un herido a bala casi al final de una fiesta de cumpleaños. Era la celebración por los 21 años de Jonathan José Ospino Illera, una de las víctimas mortales en el violento festejo.

El inmueble está ubicado en la vía que comunica a Sabanilla con Salgar. Es propiedad de particulares, no es casa de eventos y sin embargo, fue alquilada para la lujosa fiesta. Su propietaria reside en los Estados Unidos.

Así funcionan, ilegalmente, en sitios privados, pero alquilando para eventos “especiales” y sin control de las autoridades, sobre todo porque evaden a la autoridad, toda vez que en Puerto Colombia el horario permitido para eventos es hasta las 2:00 de la mañana, pero las rumbas, como es vox populis en la zona, siempre son hasta el amanecer o la mañana siguiente.

Las lujosas camionetas que circulan en estos eventos de particulares, desfilan por las estrechas vías que comunican a esta zona de balnearios. Otro peligro para transeúntes, ciclistas y conductores.

Ahora, tras el infortunado hecho, se anuncia un plan interinstitucional “para lograr ubicar  y tomar medidas contra las llamadas casas de eventos que funcionan sin ninguna documentación que les autorice esa actividad”, dijo el coronel Jorge Urquijo, comandante de la Policía Metropolitana.

“A través de una burbuja jurídica, vamos a empezar a identificar estos lugares, a actuar contra ellos, sino también ir más allá cuando violen la ley y funcionen sin el cumplimiento de los requisitos, medidas que pueden llegar al decomiso o extinción de dominio”, declaró el oficial.

Sobre este hecho que conmociona a la comunidad de este sector turístico, “implementaremos planes especiales de prevención y control, especialmente en la movilidad de vehículos sospechosos de alta gama. Conminamos a la comunidad a que nos ayude”.

Mientras tanto, el Alcalde de Puerto Colombia, Wilman Vargas, anunció en adelante y nuevamente, puntos de control en las entradas al municipio “activar puntos de control en Sabanilla, y de los Chinos y la entrada por la Vía al Mar”.

Esos controles se harán con Policía, Ejército y Tránsito Municipal.

En fin, estos sitios privados se han convertido en burladeros de la ley: no pagan impuestos, no respetan horarios de las rumbas y no existe ningún control de los festejos.