La protección de la Policía evitó que un turba linchara a un ladrón, que después de cometer un robo a una joven en la huida corrió por las calles de Cevillar y logró refugio en una casa cuya puerta estaba abierta.

Aquella sentencia de las mamás cuando gritan: "Cierra la puerta que se puede meter un ladrón", se cumplió ayer en la noche en una casa del mencionado barrio.

El hecho ocurrió en la carrera 19 con calle 46, cuando el ladrón le hurtó el celular a una joven que transitaba por el sector.

Rápidamente, el joven intentó tomar rumbo desconocido, pero la presión de quienes lo perseguían hizo que se metiera en la primera puerta abierta que vio.

Una vez adentro fue necesaria la presencia de la Policía, que para sacarlo debió recurrir a varias patrullas. Sin embargo, algunas personas querían agredir al joven y uno de los uniformados disparó al aire para que la gente finalmente se dispersara.