Las amenazas contra su vida por denunciar el reclutamiento forzado de menores de edad por parte de grupos armados ilegales obligaron al personero (funcionario encargado de defender los derechos humanos) del municipio colombiano de Solano (sur), Luis Miguel Beleño, a abandonar su hogar.

"Todas estas amenazas se incrementaron en los últimos días debido a las denuncias por reclutamiento forzado en contra de niños y niñas del municipio de Solano", dijo Beleño a Efe por teléfono.

El funcionario añadió que "en este momento" teme por su vida y la de su familia y por eso le pidió al Estado que les proteja y refuerce su esquema de seguridad.

Los grupos armados ilegales han reclutado este año a 40 niños en el sur de Colombia, 15 más que en 2018, según denunció Beleño, quien sostuvo que las víctimas tienen entre 10 y 17 años de edad y que son reclutados por disidencias de las FARC y por carteles mexicanos que los emplean para actividades como el narcotráfico y la minería ilegal.

Subrayó que "los jóvenes en este sector del país están en riesgo de ser reclutados", y añadió que esa situación se "está desbordando totalmente".

Beleño lamentó que pese a las advertencias que han hecho varios personeros sobre reclutamiento forzado y otras anomalías que vulneran los derechos humanos de la población el Gobierno no da respuesta.

Pese a las amenazas dijo que continuará "ejerciendo funciones desde cualquier parte de Colombia en defensa de los derechos fundamentales de esos niños del municipio".

Así mismo dijo que es tiempo de que el Gobierno colombiano entienda que los personeros de algunas zonas del país se "han convertido en personas incómodas" para los grupos ilegales que los amenazan por las denuncias que hacen sobre reclutamiento y por defender los derechos humanos de la población.

Reiteró que como lo ha dicho en varias oportunidades los jóvenes "siguen cayendo en los enfrentamientos armados que sostienen grupo ilegales con la fuerza pública".

Igualmente remarcó que "en todos los campamentos guerrilleros de Colombia, del grupo que sean, hay jóvenes menores de edad".

Las denuncias de reclutamiento forzado de jóvenes y su presencia en campamentos de las disidencias de las FARC en el Caquetá se conocieron luego del bombardeo militar de finales de agosto contra esos guerrilleros en el que murieron ocho menores de edad que habían sido reclutados.

EFE