Con el dolor más vivo que nunca luego de darle el último adiós a su hija Laura; Alexander De Lima se acercó, en compañía de familiares, este jueves, a la clínica psiquiátrica Fundación Santa Marta por el Niño, adonde fue recluido en horas de la noche Enrique Vives Caballero.

De Lima, sorprendido con el traslado de Vives Caballero (aun cuando la jueza del caso notificó a la clínica Perfect Body que no se efectuara el movimiento del paciente) aseguró que, según su parecer, hay “anomalías” y “manos oscuras” en el proceso que se corre por la tragedia de Gaira donde, además de Laura, murieron otros cinco jóvenes.

“Hay muchas anomalías porque, yo no sé nada de derecho, pero por mis conocimientos si una jueza da la orden de no trasladar a una persona a ningún sitio, ¿por qué personas se prestan a desacatar la orden de una jueza que, creo yo, es la que tiene la última palabra?”, dijo Alexander.

El padre de una de las víctimas enfatizó que “hay manos negras metidas en todo esto, están manipulando todo el proceso para que él no sea condenado a nada y quede libre y listo; hizo lo que hizo y se va para su casa. ¿Y los que estamos dolidos qué?, ¿qué hacemos nosotros? ¡Justicia, lo más pronto posible! No me van a regresar a mi hija, ni la felicidad, ni voy a ser el mismo, pero quiero justicia, todo el peso de la ley que caiga contra él”.

El traslado de Enrique Vives de la clínica Perfect Body hacia la Fundación Santa Marta por el Niño ha generado suspicacia, sobre todo porque la jueza del caso había anunciado que a las 9 de la mañana ella misma corroboraría el estado de conciencia del indiciado.