Julieth Jhoann Álvarez, la mujer asesinada.
Julieth Jhoann Álvarez, la mujer asesinada.
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Vanguardia.com.

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Mujer asesinada e introducida en una maleta no era trabajadora sexual

La joven era conocida del victimario, revelan las autoridades.

Julieth Jhoann Álvarez Mejía, la joven asesinada e introducida en una maleta que abandonaron el pasado viernes 14 de enero en una esquina de la calle 39 con carrera 22, barrio Bolívar de Bucaramanga, hecho que conmocionó e indignó al país, no era ninguna trabajadora sexual como se informó inicialmente.

Tenía 22 años y se dedicaba a la venta de fritos, tinto, limonada y toda clase de mecatos por las calles de la ciudad.

Así lo manifestaron a las autoridades muchas personas que la conocieron, precisamente por esa actividad comercial. 

Julieth, de nacionalidad colombiana, llegó a Bucaramanga ocho años atrás, y era madre de un niño de 2 años que reside en San Alberto, Cesar, con la madre de Julieth, Judith Mejía, revelaron también personas que la conocían.

Incluso del asesino confeso, el expolicía Edwin Yesid Medina Ardila, de 33 años, se supo que era amigo de Julieth Jhoann, o por lo menos un conocido que la cortejaba y con la que tuvo algún flirteo pasajero.

Medina perteneció a la Policía Nacional durante siete años y desempeñó el cargo de patrullero en Bogotá, pero por razones de consumo de drogas y reiteradas faltas disciplinarias fue expulsado de la institución en 2017.

El cuerpo de Julieth no presentaba señales de violencia por lo que los investigadores creen que pudo haber sido asfixiada por Medina Ardila.

De acuerdo con los resultados de la investigación, el hombre habría llevado a la joven la noche del jueves 13 a su apartamento, allí la mató, esperó 12 horas para envolver el cuerpo en una cobija, la metió en la maleta y a eso de las 5 de la tarde del viernes 14 de enero le pidió a un amigo que le ayudara a llevar unos supuestos escombros a la calle. 

Después del hallazgo del cuerpo por parte de un reciclador, esta persona que ayudó al expolicía a abandonar la maleta, habría dado aviso a las autoridades.

Esta información desencadenó la captura de Medina Ardila, quien terminó confesando el crimen y ahora permanece en la cárcel.

La discusión se enfoca en estos momentos en la tipificación del delito, ya que tras admitir el crimen la Fiscalía le imputó a Edwin Yesid Medina Ardila los cargos de homicidio agravado en concurso heterogéneo con ocultamiento y alteración o destrucción de elemento material probatorio.

Sin embargo, colectivos de mujeres y movimientos feministas rechazaron el hecho, y piden que fuera tipificado como feminicidio para endurecer la pena.