Los siete cadáveres encontrados en la zona rural de Puerto Leguízamo, Putumayo, cerca de la vereda Bellavista, corresponden a miembros de las disidencias de las FARC que se enfrentaron en las disputas territoriales por el control del tráfico de droga.

Así lo confirmó el Comando Conjunto No. 3 Suroriente del Ejército, que dijo que en cuanto tuvieron información del número de personas muertas en esa región, se desplazaron al sitio por tierra, aire y vía fluvial.

De esta manera confirmaron en el lugar que pertenecían a las disidencias Comandos de Frontera y Carolina Ramírez, que la tarde del 25 de diciembre tuvieron un cruento enfrentamiento a bala.

Los militares desmintieron que las víctimas pertenecieran a la comunidad indígena Murui Muina, como se había dicho en un principio.

Las tropas permanecen en el área prestando seguridad a la comunidad y a los encargados de las pruebas periciales que trabajan en la identificación y levantamiento de los cadáveres.

En un principio la Onic había denunciado que un grupo armado desconocido había ingresado a la comunidad y masacrado a siete personas, lo que motivó un desplazamiento de 35 familias que componían 120 personas entre ancianos, adultos jóvenes y niños de ambos sexos.

La versión inicial de la supuesta masacre quedó aclarada por los mandos castrenses.