Para tratar de evadir los controles policiales en las calles de Sabanalarga, Darwin Enrique Cabrera, de 29 años, caminaba por el barrio 31 de Enero con varias bolsas de chitos.

Aparentemente todo estaba dentro de lo normal hasta que una patrulla le solicitó una requisa y al revisar los paquetes de chitos se dieron cuenta que en realidad lo que llevaba oculto eran 500 cigarillos de marihuana, al parecer, con la intención de ser comercializados durante la noche de Halloween.

El hombre fue capturado de inmediato y conducido a la URI de la Fiscalía de Sabanalarga por el delito de fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.

Lo más curioso de su captura es que al momento de ser fotografiado, sonrió al lente de la cámara como si nada estuviera pasando.