"Le había dado de comer a su abuela cuando la bala perdida lo impactó en la cocina"
Tío del joven asesinado en Soledad indicó que su sobrino estaba a punto de graduarse de bachiller.
La vida de Samir Alfredo Zapata Sanjuanelo, de 16 años, asesinado este viernes, en el barrio Las Colonias de Soledad, se apagó después de haberle dado de comer a su abuela materna. La causante de su muerte fue una bala perdida.
"Mi sobrino estaba en la cocina de la casa. Le acababa de dar la comida a la abuela, quien estaba pesada para comer por estos días. La bala entró y lo impactó en el pecho", narró entre lágrimas, Heberto Sanjuanelo, tío del menor de edad.
Samir fue asesinado junto a Gabriel Flórez Borré, de 33 años, después de que un sujeto con suéter verde disparara sin mediar en contra del segundo, en la calle 54 con carrera 15.
Contó que su sobrino estaba a punto de graduarse de bachiller y de cumplir los 17, pero una bala perdida le apagó los sueños.
Relató que el muchacho, oriundo de Barranca, La Guajira, corrió hacia su abuela después de ser herido por la bala. "Le gritaba: abuela me mataron hasta que cayó tendido en los pies de mi mamá", afirmó.
Narró que su hermano, el otro tío de Samir, salió de uno de los cuartos hacia la terraza donde se encontró a Gabriel Flórez Borré, la otra víctima del doble homicidio.
"Él no se da cuenta de lo que le pasó al sobrino hasta que mi mamá (la abuela) le dice que le habían dado un balazo a Samir", indicó.
Añadió que de inmediato con otro vecino, llevaron al joven hacía Clínica Agrupasalud, lugar donde falleció.
"Él (Samir) era un muchacho sano y tranquilo. Ya había coronado el grado de bachiller. Estaba contento porque iba a entrar a la universidad, pero lástimosamente esto frustró todo eso", expresó.
El suceso
Sanjuanelo indicó que el agresor iba con el objetivo de asesinaron a Flórez Borré, quien estaba tomando una cerveza al frente de la casa de su sobrino cuando fue atacado por el sicario.
Agregó que la víctima salió corriendo en dirección para la casa de su familia, mientras el agresor continuó disparando sin mediar y las balas siguieran de largo hasta su casa, donde terminaron impactando a su sobrino en la cocina.