“La muerte de mi hijo me ha dado muy duro. Él era todo para mí”: Mamá de uno de los policías muertos en la Estación San José
Este domingo se cumple un año del atentado terrorista que se atribuyó la guerrilla del ELN.
Candelaria Navarro Meneses aún tiene la herida abierta. Su corazón aún no asimila que el mayor de sus cuatro hijos no esté con ella. El dolor de haber perdido a su hijo Yosimar Márquez Navarro en la Estación de Policía del barrio San José el 27 de enero del 2018 aún sigue intacto.
Yosimar fue uno de los seis uniformados que resultó muerto ese fatídico sábado, a las 6:40 de la mañana. Su mamá aún no sabe si perdonará a los responsables de este atentado que fue atribuído a la guerrilla del ELN.
“No sé aún. De pronto algún día los perdone cuando yo tenga mi corazón más sano, pero este momento no”, dijo en medio de lágrimas la mujer.
Yosimar era natural de Sucre, Sucre, y llevaba 6 años dentro de las filas de la Policía. Su vida en la Institución inició cuando ingresó a la Escuela Rafael Núñez de Corozal y de allí fue trasladado en el 2013 a Barranquilla, donde inició su profesión a favor de la seguridad. Primero estuvo en la Estación de Policía Norte, ubicada en la Circunvalar. Posteriormente fue asignado para estar en el CAI del parque Suri Salcedo. A finales del 2016 salió a vacaciones y cuando regresó fue asignado para estar en la Estación de San José. Solo llevaba dos semanas en ese lugar cuando el horror del terrorismo acabó con su vida.
El 27 de enero del 2018 el patrullero Yosimar llegó a las 6:30 de la mañana para estar puntual en la formación que hacían los uniformados en la parte de atrás de la Estación y a las 6:40 de la mañana ocurrió la tragedia cuando dos artefactos explosivos fueron activos, los cuales estaban ubicados debajo de dos sillas de cemento.
A esa hora, Candelaria, su mamá, se encontraba laborando en una casa de familia, en el norte de Barranquilla. Su corazón de madre le avisaba que algo grave le había pasado a su hijo.
“El día del atentado yo me encontraba en el trabajo, porque yo laboro en una casa de familia. Yo escuché el estruendo. Como madre yo sentí que a mi hijo le había pasado algo, porque yo le dije a mi patrona que a mi hijo le había pasado algo porque lo sentía en mi corazón. Ella me decía que me calmara. Yo le insistía que mi hijo tenía algo. Nosotras las mamás presentimos lo que le va a pasar a nuestros hijos. La patrona me llevó en su carro hacia la Estación San José, ya no había nadie allí y me dijeron que lo habían llevado para la Clínica Murillo. Allí primero no me dejaban entrar, pero después me dejaron seguir y me informaron que mi hijo ya no tenía vida”, contó Candelaria, quien confesó que en la madrugada de ese sábado, horas antes que se produjera el atentado, no podía dormir porque presentía algo.
Yosimar tenía una hija de 4 años y cuando murió su esposa tenía siete meses de embarazo. El joven sucreño no tuvo la dicha de conocer a su segunda hija. El terrorismo dejó sin padre a dos pequeñas niñas, dejó a su esposa sumida en el dolor y a su mamá Candelaria con una inmensa tristeza tras saber que más nunca volvería a estar su hijo, el que siempre estaba pendiente de ella cuando se enfermaba y que todo se lo dedicó porque la valoró en vida porque laborando por más de 15 años en casas de familia logró sacarlo adelante a él y a sus tres hermanos.
“Mi hijo era como mi papá, porque me regañaba como si yo no fuera su mamá. Si yo me enfermaba él estaba allí. Tengo cuatro hijos, pero él siempre estaba allí conmigo. Yo apenas lo llamaba él se iba con todo uniforme para la clínica. Hace dos años estuve internada y casi me muero. Él estuvo allí presente conmigo y le decía a los hermanos que no fueran, que no se preocuparan, que él estaba conmigo. Mi hijo es único. La muerte de mi hijo me ha dado muy duro, porque él era todo para mí”, dijo Candelaria en diálogo con Zona Cero en su vivienda, en el barrio Las Malvinas, en el suroccidente de Barranquilla.
“Que el ELN y el Gobierno dialoguen”
Candelaria tiene aún el corazón destrozado por la muerte de su hijo. No cierra la posibilidad que en un par de años perdone a los responsables de cometer este hecho. Sin embargo, le hizo un llamado a la guerrilla del ELN y al Gobierno Nacional a que se sienten a dialogar.
“Quisiera que haya paz en Colombia. Le digo a la guerrilla que ya no más muertes por favor y al presidente que haga una negociación con el ELN para tener la certeza que cuando esté más anciana hayamos alcanzado la paz definitiva para que no mueran más inocentes”, indicó.
Al ver lo ocurrido el pasado 17 de enero del 2019 en la Escuela General Santander, en Bogotá, donde 20 policías perdieron la vida y más de 70 resultaron heridos, no pudo contener las lágrimas al saber que otras madres como ella están sufriendo el dolor de perder a un hijo en una conflicto armado que considera absurdo. Ese atentado también se lo atribuyó el ELN.
“Me puse a llorar cuando vi la noticia por la televisión. Yo le dije a mi hija que estaba al lado: Ay Dios mío, pobres madres están sufriendo lo mismo que estoy viviendo en carne propia. Mi hijo, al menos alcanzó a estar seis años en la Policía, pero esas criaturas de la Escuela apenas estaban empezando a formarse. Eso es duro”, dijo en medio de lágrimas.
Había pedido traslado
Yosimar ya había solicitado un traslado. Quería irse para la Policía Fiscal y Aduanera, en Cartagena. Sin embargo, aún no había recibido respuesta. Otro hermano suyo es teniente de la Policía y trabaja en Barranquilla, mientras que el tercero inició el papeleo para ingresar a la Escuela y poder ser un policía ejemplar como Yosimar.
“Le he entregado dos hijos a la Institución y uno que va para la Escuela, pero yo no había querido que se inscribiera por todo lo que ha pasado. Sin embargo, ya accedí y lo dejé en mano de Dios”, confesó Candelaria, quien guarda la esperanza que sus otros dos hijos no corran la misma suerte de Yosimar y que pueda ver a una Colombia en paz, donde las diferencias de ideologías políticas no lleguen al extremo de la violencia. La paz que no solo anhela Candelaria sino muchos colombianos.
Conmemoración del primer año
La Policía Metropolitana organizó para mañana, a las 9 a.m., en el lugar donde ocurrió el atentado a la Estación San José una misa por el eterno descanso de los seis policías. En la tarde, la familia de Yosimar realizará también una eucaristía en casa de una tía, en el barrio 7 de Agosto, en el suroccidente de Barranquilla.
Cabe recordar que por el atentado fueron capturados Cristian Camilo Bellón Galindo, Dalila Duarte Martínez y su esposo Nilson Mier Vargas, quienes harían parte de frente urbano del ELN. La audiencia preparatoria está programada para el 19 de junio, a las 2 de la tarde, luego que la vista pública fracasara a mediados de enero de este año porque Dalila pidió que se aplazara porque su abogado está buscando material probatorio que busca demostrar su inocencia y también porque el abogado de Cristian Bellón no se presentó.
Por el hecho, continúa en búsqueda Jefferson Torres Mina, a quien la Policía ofrece 50 millones de pesos para dar con su captura.