El general (r) Paulino Coronado, excomandante de la Brigada 30 del Ejército, imputado por falsos positivos, remitió una carta a la JEP en la que afirma que sí recibió denuncias de 'falsos positivos', pero que en su momento no las creyó.

El alto oficial manifestó que logró hacer un “ejercicio de memoria”, y pudo recordar que en efecto fue informado de estas ejecuciones extrajudiciales, en las que las víctimas eran personas inermes sin vínculos con la guerrilla como las hacían aparecer.

La rectificación del general se dio en medio de cuestionamientos que recibió desde sectores de víctimas, por haber sostenido que no recibió denuncias hasta que estalló el escándalo.

“Después de hacer un ejercicio memorístico profundo y respaldarme en versiones de otros asistentes a ese encuentro público, admito que este se convocó para responder a las preocupaciones de campesinos ‘catatumberos’ por ejecuciones extrajudiciales que unidades adscritas a la Brigada Móvil estaban perpetrando en la región”, afirmó Coronado.

Añadió que en ese momento consideraba que lo que había era una “guerra jurídica”.

Eso sí, indicó que aunque no tiene cómo sustentarlo, sí dio traslado de las denuncias al comando de la Segunda División.

“En la Brigada 30 que comandaba las denuncias que se recibieron ese día fueron descalificadas dándole vida a la narrativa de guerra jurídica”, indicó.

Finalmente señaló que si en ese momento hubiesen dio proactivos, y hubiesen dado desde el estado la importancia a las denuncias, se hubiese evitado la tragedia de los llamados “jóvenes de Soacha”, que precisamente fueron “reclutados” bajo engaño, para bajar la presión del homicidio de pobladores locales del Catatumbo.