En medio de aplausos y abrazos fue recibido en su casa de Chiriguaná, Cesar, Heriberto Urbina Lacouture, de 86 años, el ganadero que permaneció secuestrado durante 41 días, al parecer por la guerrilla del ELN, y que fue liberado el martes en la noche en el departamento de Norte de Santander.

El productor agropecuario, con barba larga y con varios kilos menos, llevaba la misma ropa con la que fue plagiado el pasado 24 de abril en una estación de gasolina de Curumaní.

“Hoy fue un gran día, volví a nacer. Imploro por el cese de la violencia y el secuestro como la humillación más cruel que puede vivir un ser humano”, narró, mientras se abrazaba con sus familiares y amigos.

Heriberto, uno de sus hijos, dijo que la salud del señor Urbina Lacouture es estable.

Ante sus allegados y la prensa, el ganadero narró lo que él calificó como una “pesadilla”, tal como lo publicó el portal El País Vallenato.

“El primer día dormí en la mitad de una tabla y tenía como almohada la cachucha; estaba en una casa muy sucia en reconstrucción a donde me llevaron en mula y llegamos tipo 10:00 de la noche”, relató.

Dijo que al día siguiente a las 6 p.m. salieron a lomo de mula para inspeccionar el lugar en el que permanecería secuestado.

“Yo estaba vuelto nada, ni las piernas podía levantar, me senté en una piedra donde ellos mismos me sostenían para que no cayera mientras buscaban otra mula con la reiniciamos el trayecto”.

Horas más tarde, casi a la medianoche, lo subieron en moto en medio de un fuerte aguacero, hasta llegar a un sitio distante “donde viví los peores días de mi vida”.

Urbina Lacouture fue liberado mediante misión humanitaria, liderada por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica.

Heriberto, el hijo del ganadero, destacó la mediación del Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, que celebró el retorno sano y salvo de Urbina Lacouture a su casa.