Armando Eliécer Cano Gómez y Claudia Patricia Acosta García fueron dos de las cuatro personas que el pasado viernes habían sido capturadas por la Policía de Santa Marta en el sector conocido como Puerto Mosquito, señaladas de presuntamente pertenecer al Clan del Golfo.

Su situación aparentemente era muy evidente. Habían sido detenidos en posesión de dos automóviles, uno de ellos blindado y en su poder tenían pistolas y granadas. Lo más apremiante de todo es que la Policía había hallado una relación entre estas personas capturadas y el homicidio que se había registrado apenas 24 horas antes, el jueves pasado, en el barrio el Pando, donde fueron asesinadas dos personas y donde también murió un vendedor que estaba en el lugar equivocado.

Sin embargo, este domingo, la situación judicial se resolvió en su favor. El defensor logró sostener que se había tratado de una captura ilegal y, según conoció Seguimiento.co, el fiscal que tomó el caso no solicitó la legalización de captura ni tampoco apeló la solicitud del defensor para dejarlos en libertad. Y así fue, el mismo domingo ya estaban libres.

Fue de esta manera que, en la tarde del mismo domingo, Armando Cano y Claudia Acosta, provenientes del departamento de Antioquia, terminaron a bordo de un bus intermunicipal. Pero, no llegaron lejos, cuando iban a bordo del vehículo adscrito a la empresa Colibertador, por la Troncal del Caribe, dos hombres en moto se acercaron al bus y abrieron fuego contra ellos.

Tan sorpresivo fue el ataque a bala, que el conductor del bus perdió el control del vehículo y terminó chocando con una pared adyacente a la Universidad del Magdalena, mientras que los testigos del atentado bajaban de los bus despavoridos.

Como ya lo había revelado el comandante de la Policía de Santa Marta, Coronel Gustavo Berdugo, estas dos personas, presuntas pertenecientes al Clan del Golfo, al parecer tenían una conexión directa con el homicidio del pasado jueves en el barrio el Pando.

La relación que habían encontrado las autoridades es que uno de los asesinados en El Pando, Lewis Manuel López Altamar, alias ‘Tío’, era la persona que había hecho el contrato de arriendo de la propiedad en donde Cano y Acosta, ahora muertos, se encontraban viviendo de manera temporal, por lo que los investigadores presumen que todos estos muertos hacían parte del mismo grupo delincuencial. Esto es materia de investigación para las autoridades.

Entretanto, se desconoce el paradero de Juan Daniel Sánchez Atehortúa y Karolay Fandiño, quienes también habían sido capturados junto a las personas que fallecieron en las últimas horas víctimas del atentado a bala.