Cuatro familias comparten hoy un mismo dolor, la muerte de sus familiares en una tragedia ocurrida en la mañana de este miércoles en la estación de servicios Biomax ubicada en la Cordialidad con carrera 10.

La explosión en el cuarto de compresores de gas acabó con la vida de cuatro personas, tres de ellas en el lugar. Todos se encontraban manipulando los cilindros y, aparentemente por un error humano, murieron por el estallido.

Una de las víctimas es Heber Antonio Rojano Espárragoza, tenía 27 años, era natural de Barranquilla. El joven había salido de su casa a trabajar a la estación de gas y la noticia de su muerte llegó a sus familiares a las pocas horas.

De acuerdo con sus familiares, ya habían terminado el trabajo, y ya iban  recoger las herramientas cuando se registró la tragedia.

Rojano Espárragoza era trabajador contratista, había cursado en el Sena, técnico en mantenimiento industrial de equipos. Hace ocho años fue el mejor aprendiz del Sena.

Heber era casado y deja un hijo de dos años, residía en el barrio Los Robles.

Un trabajador de la estación

La otra víctima, era un trabajador de la estación, su nombre es Edinson Hernando Álvarez Gómez, tenía 10 años de sus 56 trabajando en esa bomba.

Los familiares indicaron que este era su primer accidente laboral durante sus años de trabajo y experiencia. Hace 13 años residía en Barranquilla, ya que era natural de Medellín. Residía en el barrio San Isidro y era padre de cuatro hijos.

Su cuerpo será llevado hasta Medellín donde sus familiares le darán cristiana sepultura.

Deja a su mujer embarazada 

John Freddy Sánchez Escorcia, tenía 31 años, había salido de su casa en el barrio El Bosque a las 7 de la mañana como todos los días.

Su mamá Dayanira Escorcia, contó que a eso de las 11 y 20 escuchó el estallido, pero todo el mundo en su barrio decía que era un transformador, sin embargo tuvo una corazonada de que algo malo le había pasado a su hijo.

"Se escuchó fuerte y sentí una corazonada de que algo malo había pasado, pero todos decían que era un transformador, pero a los pocos minutos llegaron a decirme que había estallado unos compresores en la bomba de la 10", dijo la madre.

La señora salió corriendo de su casa y su hijo, John Freddy, era una de las víctimas mortales.

Sánchez Escorcia era padre de un hijo de cuatro años y deja a su esposa en estado de embarazo.

Murió en la clínica

La última víctima mortal es Jorge Pertuz Marriaga, era el dueño de la firma contratista de mantenimiento de estaciones de gasolina en Barranquilla y Cartagena.

Al momento de la explosión, Jorge resultó gravemente herido y fue llevado hasta la clínica La Merced, pero horas más tarde falleció por las múltiples heridas que presentaba.

Pertuz Marriaga residía en el barrio La Ceiba, y estaba prestando el servicio de mantenimiento a los compresores de gas de esa estación.

Heridos continúan recibiendo atención médica

Íngrid Ahumada Urzola, tiene 43 años, es la secretaria de la estación de servicios que resultó gravemente herida en la explosión. Ella continúa recibiendo atención médica en la Clínica La Merced y su estado de salud es delicado.

De acuerdo con uno de sus familiares, ella había sentido un olor a gas, y salió a verificar que pasaba en ese cuarto.

"Ella sintió el olor, cuando iba a ingresar a preguntar que pasaba ocurrió la explosión. No alcanzó a entrar, apenas asomó la cabeza cuando la afectó la onda explosiva", contó uno de sus hermanos.

Su familiar indicó además que desde mañana viernes comenzaba a trabajar en otra empresa.

"Ella trabajaba hasta hoy, ya había pasado su carta de renuncia porque tenía una mejor oferta laboral", dijo entre lágrimas su familiar.

Todos sus familiares están aferrados a Dios para que Ingrid salga de la Unidad de Cuidados Intensivos.

Los otros heridos son Johan Pérez, quien presenta trauma en el abdomen; Juan Pacheco, herida en el tobillo, y John Oliveros.