La Fiscalía General de la Nación dio a conocer el resultado inicial de la investigación que adelantó por la fuga del Bioparque Ukumarí de Pereira de los chimpancés ‘Pancho’ y ‘Chita’, que terminó con la muerte a tiros de los dos ejemplares.

El escape de los primates se dio el 23 de julio pasado, y de acuerdo con el ente investigador fue un hecho premeditado en el que estaría involucrado el cuidador, a quien identificó como José Leandro Hurtado Henao.

El cuidador habría dejado abiertos los seguros de las jaulas de manera intencional, ya que era el encargado de su seguridad.

La Fiscalía ya le realizó a Hurtado Henao audiencia de imputación de cargos en la que le atribuyó el delito de maltrato animal, con el argumentó de que el escape de los chimpancés fue planificado y deliberado.

La Fiscal Gloria Puerta, que dirigió la investigación, expresó en la audiencia: "Usted maltrató física y psicológicamente a los chimpancés que tenía bajo su cuidado cuando, de manera dolosa y conociendo los protocolos de cuidado y de cierre, dejó de manera premeditada y deliberada siete seguros abiertos. Era la única manera de que estos chimpancés salieran de su hábitat".

Este acto fue registrado en un video de seguridad que revela la apertura de los seguros.

Las imágenes muestran que no era posible que los chimpancés se escaparan accidentalmente, ya que muchos de los pestillos podían ser manipulados desde afuera.

Durante la audiencia, se demostró con la colaboración de cuatro personas, que ninguna pudo abrir los seguros desde el interior de las jaulas.

La Fiscalía precisó que dejar los seguros abiertos fue solo el último paso de un plan que incluyó otras acciones. 

Según la investigación de la Fiscal Puerta, el plan inicia con el cierre, que ocurrió media hora antes de lo autorizado en el protocolo.

“Él sabía (José Leandro Hurtado Henao) que todavía había personas dentro del bioparque que estarían terminando de salir, pues a esa hora empiezan a desalojar. Él sabía que debía estar acompañado de otro funcionario para hacer el chequeo cruzado, pero no, decidió irse solo."

La motivación exacta y demostrable de este acto, que la Fiscalía considera fue premeditado, aún se mantiene en el terreno de las probabilidades.

Sin embargo, el organismo investigador ha planteado la hipótesis de supuestas motivaciones económicas o el sabotaje en medio de un proceso electoral.

Según la Fiscal: "Ese actuar doloso nos lleva a preguntarnos cuál fue el motivo para causar tanto daño, dolor y terminar con uno de los íconos y orgullo de la ciudad. ¿Por qué poner en riesgo a personas, causar dolor a los animales? Podría ser un motivo económico o por tratarse de un sabotaje en medio de un proceso electoral en el que nos encontramos. Es reprochable".

Lo que la Fiscalía ha dado en llamar como presunta hipótesis “un sabotaje en medio de un proceso electoral”, tiene que ver con una versión de que el día y hora de la fuga en el Bioparque se desarrollaba un evento político a una candidatura a la Cámara por Risaralda. 

El acusado José Leandro Hurtado Henao ha recibido orden de no salir del país mientras se lleva a cabo la investigación. 

Hasta el momento no ha aceptado los cargos, por lo que el caso irá a juicio.

Hay que recordar que ‘Pancho’ y ‘Chita’ fueron muertos a balazos por personal de la Policía y el Ejército colombiano, como una medida para que no infringieran daños en la comunidad.

Sin embargo, en su momento se desató un debate nacional pues muchos argumentaron que debieron utilizarse dardos tranquilizantes para neutralizarlos y no balas.

‘Pancho’ cayó fuera de las instalaciones del Bioparque, cerca de una urbanización, en tanto ‘Chita’, a pocos metros de su jaula, señalan las informaciones de ese momento.

Sandra Correa, directora del Bioparque, sostuvo la tesis de que la fuga se debió a una “falla humana”.

Tras la fuga, unas 50 personas entre cuidadores del parque, veterinarios, bomberos, miembros de la Policía y el Ejército, activaron el código rojo para dar con ‘Pancho’ y ‘Chita’, y no sufrieron agresión.

‘Pancho’ fue entregado al Bioparque por el circo de los hermanos Gasca y ‘Chita’, una donación del zoológico de Cali.

La muerte de los primates causó gran consternación en vastos sectores del país, que cuestionaron el manejo que se les da a las especies animales en cautiverio.

Sin embargo, lo más deplorable fue la forma cómo murieron sin darles oportunidad de seguir viviendo mediante aplicación de dardos anestesiantes incluidos en los protocolos de seguridad para eventos de estas características.