Después de su descabezada del Senado de la República por parte del Consejo de Estado, el expresidente del Congreso, Roy Barreras, salió bien librado de una investigación que arrastraba en otro alto tribunal, esta vez de la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema.

En efecto, los magistrados decidieron no abrirle una investigación que tenía en etapa previa, por supuesto enriquecimiento injustificado de su patrimonio.

El proceso data de 2012, cuando se reportó el hurto en un apartamento del norte de Cali, en donde fue robado dinero en efectivo y varios objetos de valor.  

En ese momento las autoridades capturaron a uno de los responsables, quien en las audiencias aseguró que en ese apartamento había una caja fuerte con una suma de 1.200 millones de pesos que al parecer pertenecerían a un político, aparentemente del Congreso.  

Las investigaciones se encaminaron en aclarar el origen de ese dinero que se encontró en dicho apartamento, y se estableció era propiedad del entonces senador Roy Barreras. 

Barreras admitió que el apartamento fue de su propiedad, pero que se lo había vendido a un cuñado, por tanto no estaba bajo su responsabilidad al momento del hurto.  

En la investigación la Corte Suprema decidió indagar sobre el origen de los dineros mencionados por el capturado, a fin de establecer si esos recursos fueron obtenidos por medios irregulares.

Finalmente, con ponencia del magistrado Marco Antonio Rueda, la sala no logró determinar que realmente existieran los 1.200 millones de pesos mencionados por el capturado, y tampoco que ese dinero perteneciera al excongresista.

Con base en estas consideraciones la Corte Suprema decidió no avanzar con la investigación.

El tribunal argumentó que en caso de que esa suma hubiese sido acumulada mientras cumplía funciones de servidor público, no correspondería a la comisión del delito investigado, pues no se estableció relación entre el Barreras y el dinero.