Con el asesinato del periodista Marcos Efraín Montalvo Escobar, ocurrido la noche de este domingo en un establecimiento comercial de Tulúa (Valle del Cauca), son 163 los periodistas asesinados en Colombia, de acuerdo con una compilación elaborada por la Fundación para la libertad de prensa (Flip), que lleva cifras desde 1938.

Montalvo era oriundo de Tulúa, donde ejercía la profesión, dijeron autoridades civiles y policiales, las que aún carecen de pistas significativas para dar con los responsables y establecer las causas del homicidio.

La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán González, dijo estar conmocionada por el caso, y anunció una recompensa de $100 millones por información que permita identificar y capturar a los asesinos.

Los dos últimos asesinatos de periodistas que antecedieron en Colombia al de Marcos Efraín Montalvo Escobar, fueron los de Felipe Guevara, quien murió el 23 de diciembre del 2020 en Cali.

Guevara hacía parte del equipo de redacción del tabloide Q’hubo, que circula en el Valle del Cauca.

Le propinaron cuatro disparos cuando se encontraba cerca de su casa en el barrio Mariano Ramos de Cali. Lo balearon el 21 de diciembre, y tres días se produjo el deceso.

El otro asesinato previo a este correspondió al de Abelardo Liz, registrado el 13 de agosto, también en el 2020.

El comunicador era reportero radial de la estación indígena Nación Nasa, que opera en el municipio de Corinto (Cauca).

Liz recibió impactos de bala en diferentes partes del cuerpo cuando cubría una noticia de recuperación de tierras que adelantaban pueblos indígenas en El Barranco, vereda del municipio de Corinto, en el norte del Cauca.

El primer asesinato de periodista del que se tenga historia en Colombia, según el reporte de la Flip, es el de Eudoro Galarza Ossa, cometido el 12 de octubre de 1938 en Manizalez.

Galarza era director de la emisora La Voz de Caldas, y conforme a la descripción de los hechos y causas, fue asesinado por autorizar a uno de sus periodistas sacar al aire una noticia sobre los maltratos que el teniente del Ejército Jesús María Cortés Poveda, les daba a sus soldados.

El oficial asesinó al periodista en la propia sede de la emisora, “en defensa del supuesto honor militar.