"Un solo dolor nos une por culpa de la delincuencia": amigos de Angello
Velas fueron encendidas en la Plaza de la Paz.
El dolor embarga a todos los que conocieron en vida a Angello Alzamora Córdoba. Algunos lloraban, otros solo se detenían a observar la luz de las velas que fueron encendidas en la Plaza de la Paz para brindar un homenaje póstumo a un joven lleno de sueños que fueron frustrados por la inseguridad.
Los amigos de Angello se dieron cita en la noche de este lunes para hacer un llamado a las autoridades para que su muerte no quede solo como una estadística más de homicidio, sino para hacer que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables de este asesinato ocurrido en medio de un atraco el pasado domingo en la madrugada en el barrio Paraíso.
"Cuánto más tienen que morir para que la justicia actúe como debe ser. Exigimos que todos los asesinos sean capturados", dijo uno de los amigos de Angello que llegó a la Plaza de la Paz.
Al lugar también llegaron Omar de Jesús Montoya y su esposa Rita Villero, padres de José David Montoya Villero, quien trabajó en la oficina de comunicaciones del Sena y fue asesinado en similares circunstancias el pasado 18 de octubre de 2015 cuando se opuso al robo de su celular en el barrio Olaya de Barranquilla.
"Venimos a hacer también un homenaje póstumo a Angello. Queremos que se haga justicia en su caso, en el de nuestro hijo y el de todos lo jóvenes que han sido asesinados vilmente", contó Omar.
El padre de José David envió un mensaje claro a la justicia para que no siga habiendo impunidad.
"Han pasado dos años de la muerte de mi hijo y no ha habido una sola captura. Ahora sucede este caso de Angello y mi esposa y yo quisimos llegar aquí a la Plaza de la Paz a brindar un mensaje: que no se debe conceder casa por cárcel, ni libertades condicionales y tampoco deben existir vencimientos de términos. Que se hagan las capturas de los delincuentes y vayan a la cárcel", precisó.
Angello y José David fueron dos muchachos apasionados a los medios de comunicación. Hoy ya no están con los suyos, quienes no superarán jamás sus pérdidas.