Ser “pillo” paga: meten “conejo” al programa de estudiantes pilos
“Beneficiarios” de buenos ingresos económicos le roban los sueños a los más pobres con manipulaciones del Sisben.
Una descarada desviación, de los verdaderos y nobles propósitos del programa Ser Pilo Paga, es lo que se viene registrando en el departamento del Atlántico.
Según el Icetex, Ser Pilo Paga es un programa del Gobierno Nacional que busca que los mejores estudiantes del país, con menores recursos económicos, accedan a Instituciones de Educación Superior acreditadas de alta calidad.
Este programa contempla un crédito 100% condonable cuando el estudiante se gradúe del programa académico; financia el 100% del valor de la matrícula durante todo el periodo de estudios; incluye un subsidio de sostenimiento y, además, no se requiere un codeudor que respalde el crédito.
Para acceder a los beneficios, los requisitos básicos son: haber presentado las pruebas Saber 11 el 2 de agosto de 2015 y obtenido un puntaje global igual o superior 318; haber cursado y aprobado el grado 11 en el año 2015 y tener un puntaje específico individual de Sisben según ubicación geográfica.
Sin embargo, en el caso del Atlántico bien parece aplicarse aquello de que “hecha la Ley, hecha la trampa”, convirtiendo el programa en un típico caso de “ser pillo paga”.
Al menos así lo establecen los cruces de las bases de datos del Sisben y Fosyga, que dan como resultado que estudiantes con buenos ingresos económicos y que, incluso, los mantienen en el régimen contributivo de salud, figuran como potenciales beneficiarios de un programa dirigido exclusivamente a los más necesitados.
Es así como se ha podido determinar que en un primer “barrido” aparecen 5 beneficiarios del Colegio Sagrado Corazón. Dentro de los casos se registra el de un estudiante cuyo Sisben le fue suspendido porque de acuerdo con el cruce de información realizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), una de las personas de su núcleo familiar ha percibido ingresos superiores a 5 salarios mínimos mensuales legales vigentes, es decir, más de 3 millones 221 mil 750 pesos, durante los últimos seis meses.
Otros cuatro estudiantes de la misma institución aparecen vinculados al régimen contributivo de salud: uno de ellos a la EPS Saludcoop, el segundo a EPS Sanitas SA, el tercero con EPS y medicina prepagada en Suramericana (S.A.) y el cuarto estudiante (La Nueva EPS) a quien además el Sisbén le figura suspendido por tener en su núcleo familiar ingresos superiores a los $3.221.750.
Otros 4 estudiantes del Colegio San Francisco se encuentran en idéntica situación: dos de ellos con EPS y medicina prepagada Suramericana S.A.), un tercer joven con Coomeva EPS S.A. y el cuarto estudiante con EPS Saludcoop.
Para nadie es un secreto que para acceder a estas dos instituciones se requiere de excelentes ingresos económicos, debido al costo de la educación en ellas.
En otros casos también aparecen estudiantes vinculados al régimen contributivo que, aun cuando en un momento dado no los excluya de determinados subsidios, indica un nivel socioeconómico superior a los que va dirigido el programa.
Así, en la IE Julio Pantoja Maldonado de Baranoa se presentan los casos de dos estudiantes, ambos en el régimen contributivo con la EPS Saludcoop.
También en la IE Agroindustrial Oriental de Santo Tomás, una joven pertenece a EPS Saludcoop. En la IE Comercial de Palmar de Varela: dos estudiantes figuran en Salud Total EPS, otros dos en EPS Saludcoop y dos más en Coomeva EPS, para un total de seis.
Además, en la E Comercial Francisco Javier Cisneros de Puerto Colombia figuran siete estudiantes, de la siguiente manera: un joven está en EPS Saludcoop, el segundo de ellos en La Nueva EPS; tres jóvenes en Salud Total S.A. (EPS), y dos estudiantes en Coomeva EPS.
En la IE San Pablo de Polonuevo, un joven está vinculado a EPS Saludcoop. En la IE Escuela Normal Superior Santa Teresita de Sabanalarga, uno figura en Salud Vida S.A. EPS.
En la IE Técnica Francisco Cartusciello de Sabanagrande hay uno en La Nueva EPS. En la IE Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima de Sabanagrande, otra estudiante está en EPS Saludcoop.
En el CE Mixto de Galapa, una estudiante pertenece a Coomeva EPS S.A. En la IE Francisco de Paula Santander de Galapa, un joven está en EPS y medicina prepagada Suramericana S.A., mientras que otra estudiante pertenece a EPS Sanitas; un tercer joven está en La Nueva EPS. Y en la IE Adolfo León Bolívar Marenco de Suan, una joven aparece en Salud Total S.A.
En el caso de la IE Agroindustrial Oriental de Santo Tomás aparece una estudiante con Sisben nivel 3.
Además se estos casos se registran otros 10 que aparecen retirados del régimen contributivo y otros 38 en calidad de “sospechosos”.
Lo preocupante de esta situación es que, en todos los casos, aparecen con niveles bajos en el Sisben, situación que no deja de ser una válvula de escape para que con esta característica puedan ser sujetos del beneficio.
Esto significa que, de persistir esta tendencia, llegará el momento en el que los realmente beneficiarios se queden sin esta posibilidad y sean otros, no vulnerables, quienes sean los Pilos. Como viene sucediendo.