Se hundió proyecto que prohibía corridas de toros, peleas de gallo y corralejas en Colombia
En la Comisión Quinta de la Cámara.
El proyecto de ley que buscaba prohibir las corridas de toros, las peleas de gallos y las corralejas, se hundió en la Comisión Quinta de Cámara que aprobó la ponencia de archivo, con 11 votos.
La propuesta liderada por la congresista Andrea Padilla, del partido Alianza Verde, naufragó luego de que se presentara una ponencia negativa pidiendo que la iniciativa no fuera aprobada.
Argumentaron que el proyecto presentaba problemas estructurales porque no contemplaba soluciones para toreros, ganaderos, las familias que trabajan en el campo y que viven de algunas actividades alrededor de estos eventos.
El representante Juan Carlos Losada explicó que "es la segunda vez que este Congreso supuestamente progresista y del gobierno del cambio permite que se hunda este proyecto".
De esta manera, las corridas de toros, corralejas y peleas de gallos se podrán seguir realizando en Colombia.
Desde el 2010 la Corte Constitucional ha dicho que las corridas o espectáculos con animales no se podrían sancionar por ser consideradas como una tradición en ciertas regiones del país.
En esa sentencia, la Corte fijó el precedente, diciendo que “las actividades de entretenimiento y de expresión cultural con animales”, debían continuar sin sanciones siempre y cuando los animales recibieran “protección especial contra el sufrimiento y el dolor durante el transcurso de esas actividades”.
Sin embargo, dijo que había un vacío jurídico porque no existía una ley que regulara esas actividades en pro de la protección animal.
“Existe un déficit normativo del deber de protección animal, porque el legislador privilegia desproporcionadamente las manifestaciones culturales tales como las corridas de toros, las corralejas, las becerradas, las novilladas, el rejoneo, las tientas y las riñas de gallos, las cuales implican un claro y contundente maltrato animal”, dice esa sentencia.
En el 2017 la Corte prohibió las corridas de toros por considerarse maltrato animal, pero esa sentencia fue tumbada en el 2018 por haber desconocido el precedente del 2010 y otro del 2012.