La crisis de la salud en el país es tan grave que entidades como Saludcoop y Caprecom (en liquidación) le deben más de 8 billones de pesos a los hospitales, sin que hasta el momento se tenga la claridad sobre quién responderá por esas obligaciones.

Así lo advirtió el Representante a la Cámara, Víctor Correa Vélez, durante un enérgico debate sobre la crisis de la salud en el país, que se llevó a cabo en la Comisión VII de la Cámara de Representantes, la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (Acesi) dejó en evidencia que, dentro de los hechos más recientes, Cafesalud no tenía los recursos ni la logística para recibir a los usuarios de Saludcoop.

Según la Asociación, Cafesalud incumple a prestadores, lleva 3 meses sin pagar a prestadores con servicios por evento. “Pacientes desprotegidos por Cafesalud. Esa EPS no les entrega medicamentos: insulinas. Liquidador de Saludcoop desconoció cuentas y deudas ya conciliadas. Y ahora, quién paga! IPS están cerrando servicios y disminuyendo personal porque están asfixiados financieramente. El Estado debe asumir deudas de Saludcoop”, indicó la agremiación.

Lo que quedó en claro es que los traumatismos por el cambio continúan, desde que se realizó el traslado de pacientes de Saludcoop a Cafesalud.

A lo anterior se suma la situación de más de 800 trabajadores a quienes de manera inesperada se les bloqueo el acceso a las clínicas, tras la abrupta interrupción de su vinculación laboral.

Una delegación de esos trabajadores se hizo presente en la sesión de la Comisión VII de la Cámara.

Por su parte, CarolinaCorcho, vocera de la Mesa Nacional Salud, expresó que “la realidad de lo que ocurre con Cafesalud es una prueba más del fracaso del sector”. “Grandes fallas regulatorias en el sector salud no permiten un goce efectivo del derecho a la salud”, recalcó.

Entre tanto, el Representante Oscar Ospina, anotó que “el Gobierno es un pésimo liquidador. Es necesario que los entes de control entreguen informes sobre lo que ha pasado con Saludcoop”.

A su juicio, las grandes dificultades del sistema “son producto de deficiencias en Inspección, Vigilancia y Control (IVC)”.