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Empresa Monómeros en Barranquilla.
Empresa Monómeros en Barranquilla.
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"Privatización o no de Monómeros está en manos de Maduro"

El exministro Amylkar Acosta analiza la posible venta de la empresa venezolana.

El pecado original de Colombia con respecto a la empresa Monómeros, que antes era colombo-venezolano, fue la venta por parte de Colombia en la administración Uribe, en 2006, de su participación en la empresa, quedando esta, en un 100% en manos de PDVSA, a través de su subsidiaria Pequiven. Maduro ha tratado de “trastear” la empresa, que opera en el Atlántico, pero ello es un imposible.

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Colombia es hoy en día un cliente más de Monómeros, que la provee de fertilizantes. El entonces ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, planteó la posibilidad de comprarla, pero su efímero paso por esa cartera no le dio el tiempo necesario para concretar esa operación, que se abandonó con su retiro.

Cómo es bien sabido, pese a la sanción impuesta a Venezuela por parte de EE. UU., a través de la Oficina para el control de bienes y activos extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC, por sus siglas en inglés), dicha medida se ha flexibilizado y ello dio lugar a que se excluyera de la misma a Monómeros en 2017, hasta el 30 de junio del año entrante.

Con la elección de Trump la situación a Maduro se le puso el dulce a mordiscos y ha salido afanosamente a vender la empresa, poniéndose la venda antes de la herida.

Pero, para concretar la venta, Maduro tendrá que superar un impasse. Resulta que Monómeros realizó una operación sospechosa, no permitida, recurriendo a una triangulación para girarle $136.000 millones a Pequiven, filial de PDVSA, que figura en la lista Clinton. Ello le complica las cosas a Maduro, porque ello puede dar lugar a que le levanten la suspensión de la medida y Monómeros quede bloqueada e imposibilitada su venta.

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En el evento de que se puedan superar todos estos escollos y Maduro insista en venderla, en momentos en los que se aproxima el término de su mandato y su asunción como Presidente “reelecto” el 10 de enero, el traspaso de manos, desde el punto de vista práctico, no tiene por qué afectar a Colombia.

A Colombia solo la afectaría que la reanudación de la sanción afecte la operación de la empresa, porque ello la obligaría a importar los fertilizantes que hoy le suministra Monómeros (40%), muy seguramente a precios más altos, al tiempo que se pondría en riesgo la estabilidad de 1.600 empleados.

Si se privatiza o no Monómeros es una decisión que está en manos de Maduro, la oposición del Presidente Petro es solo un saludo a la bandera y no es cierto que si se privatiza se van a encarecer los fertilizantes, peor es que permanezca en manos de un Estado fallido e incompetente como el que preside el inquilino del Palacio de Miraflores en Caracas.

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