A raíz de la 'toma' realizada este jueves por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), a la sede de Ecopetrol en Bogotá y de sus filiales Cenit, Ocensa, Hocol y ODL, por presuntos actos de corrupción de ejecutivos de la compañía, trascendieron algunos detalles de la investigación.

El procedimiento de la SIC se dio justo en la antesala de la salida de la compañía del presidente Felipe Bayón, quien entregó un balance positivo de su gestión con utilidades históricas para los accionistas.

Sobre los actuaciones que husmea la SIC se supo que uno de los tiene que ver con la contratación de helicópteros por parte de la petrolera y de Cenit, una de sus filiales.

Se indaga un presunto direccionamiento amañado para favorecer, por encima de sus competidores, a su actual proveedor, Helistar S.A.S.

También se rastrea un contrato que la compañía suscribió el 22 de julio de 2016 con la petrolera estatal por un valor de $39.696 millones, el más cuantioso que tiene Helistar desde 2012.

El objeto era ejecutar el “transporte aéreo de personal y carga en helicópteros para operación a nivel nacional de Ecopetrol”.

A este acuerdo, cuyo plazo inicial terminaba el 23 de agosto de 2021, y cuya forma de pago se acordó en dólares estadounidenses, se le fueron haciendo adiciones, informó el diario El Colombiano.

Una de ellas fue el 13 de noviembre de 2020, en la cual se extendió el tiempo de ejecución y se amplió el rubro de “gastos reembolsables” —costos que debe asumir Ecopetrol por concepto de combustible, tasas aeroportuarias y manutención de la tripulación—, cuyo valor estimado era de $3.703 millones, y al cual se le fueron haciendo más adiciones, siendo la más reciente la hecha en enero de 2023 por $600 millones.

Tanto la Superintendencia de Industria y Comercio como el presidente saliente Felipe Bayón han mantenido hermetismo sobre el tema, fundamentados en la reserva legal que protege, por el momento, este tipo de procedimientos.