Carolina Wiesner, directora del Instituto Nacional de Cancerología, recibe el “Premio Gonzalo Jiménez de Quesada”, de manos de Carlos Roberto Pombo, presidente de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá
Carolina Wiesner, directora del Instituto Nacional de Cancerología, recibe el “Premio Gonzalo Jiménez de Quesada”, de manos de Carlos Roberto Pombo, presidente de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá
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Foto Cortesía: SMOB

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Premio “Gonzalo Jiménez de Quesada 2023” al Instituto Nacional de Cancerología

Lo otorgó la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá.

En ceremonia cumplida en el Parque Museo El Chicó, sede de la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, el Instituto Nacional de Cancerología (INC) recibió el Premio “Gonzalo Jiménez de Quesada”, edición 2023.

Esta importante distinción se otorgó por “noventa años de servicios generando competencias y capacidades para la investigación, desarrollo e innovación en el control del cáncer en el país, siendo éste el legado histórico de una institución pública que espera cambiar la representación social del valor público como símbolo de innovación, eficiencia y calidad para todos”, declaró la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, que concede dicho reconocimiento desde 1938.

La directora de la entidad, Carolina Wiesner Ceballos, médica cirujana y salubrista, la única mujer entre once directores desde su creación, fue la encargada de recibir el galardón. 

Se trata de un diploma y la medalla con la efigie del fundador de la ciudad, distinción que se entrega anualmente a personas o instituciones, públicas o privadas, por los servicios prestados a la capital y su contribución a la civilidad.

 En estos noventa años –declaró- el Instituto preparó al país para enfrentar lo que hoy constituye la segunda causa de muerte entre los colombianos. Generó una infraestructura y las condiciones para la formación de talento humano y para la incorporación de tecnología, de manera que hoy Colombia está a la par de cualquier país del primer mundo para enfrentar este reto, porque la incidencia del cáncer es creciente.

El 4 de agosto de 1934 nació el Instituto Nacional de Radium, como una dependencia de la facultad de medicina de la Universidad Nacional de Colombia, con una marcada influencia de la medicina francesa, el Instituto de París y el aporte que hicieron a la medicina mundial los esposos Marie y Pierre Curie. Dos décadas después, con la construcción del nuevo edificio de ocho pisos, se rebautizó con el nombre de Instituto Nacional de Cancerología, (1953) y vía decreto, quedó adscrito al Ministerio de Higiene, hoy Ministerio de Salud; desde 1993 se constituyó en Empresa Social del Estado y a partir de 2023 se transformó en el  Instituto Público de Investigación e Innovación y Salud Pública en Cáncer, con su Centro de Atención Integral, siendo referente nacional e internacional en asistencia, investigación y docencia en cáncer con un enfoque preventivo.

El INC ha formado a la mayoría de los especialistas en oncología en las áreas médico-quirúrgicas de radioterapia y cuidados paliativos. Coordina la Red Nacional de Investigación en Cáncer, con un liderazgo en la vigilancia epidemiológica de la enfermedad; colabora con la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, ocupa la Secretaría Técnica de la Red de Institutos de Cáncer de Latinoamérica y es el único hospital público de la región con asiento en la Organización Europea de Institutos de Cáncer.

Al finalizar la gala, la doctora Wiesner esbozó los retos que la ciudad debe sortear para garantizarles una mejor calidad de vida a sus habitantes de aquí a 2038, cuando se celebrarán los 500 años de fundación de Bogotá y los 100 años del Premio Gonzalo Jiménez de Quesada.

Se debe disminuir la contaminación, que puede causar patologías crónicas, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lo mismo que cáncer de pulmón. Los ciudadanos necesitan espacios de actividad física, medios alternos al vehículo para su desplazamiento y espacios con acceso a una alimentación saludable, con un gran consumo de frutas y verduras, y no alimentos a base de productos industrializados. Debemos promover los espacios libres de tabaco y ahora la segunda adicción que son los vapeadores. Por otra parte, las instituciones de salud, públicas y privadas, deben trabajar en red y de manera colaborativa, donde prime la solidaridad sobre la competencia”. 

 Vale destacar que la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá es la organización cívica más antigua del país; se fundó en 1917, bajo el nombre de Sociedad de Embellecimiento de Bogotá, y en 1930 adoptó su actual nombre, fiel a su postulado de trabajar por Bogotá y sus ciudadanos con un enfoque filantrópico y solidario.

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