El paro agrario de campesinos, indígenas y afrodescendientes colombianos entró en una tensa calma después de cinco días.
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EFE

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Paro agrario entra en una tensa calma entre llamados al diálogo

Se convocó para el próximo martes en Bogotá una reunión extraordinaria de la Mesa Única Nacional de diálogos con los líderes campesinos.

El paro agrario de campesinos, indígenas y afrodescendientes colombianos entró en una tensa calma después de cinco días, reflejada en la reducción de episodios violentos, al tiempo que Gobierno y manifestantes dieron pasos para reanudar un diálogo que ponga fin a las protestas.

La protesta iniciada el pasado lunes mantiene bloqueos en varias de las principales vías del país, especialmente en el departamento del Cauca, en el suroeste, que tiene una gran población indígena, donde a la altura del municipio de Mondomo varios vehículos atravesados impiden el paso.

La zona, según pudo constatar Efe, está vigilada tanto por miembros del Ejército como por manifestantes, que restringen el paso de mototaxis, encarecidos para aprovechar su particular agosto ante la escasa circulación de automóviles y autobuses.

Pero para ello deben salir ilesos de los numerosos obstáculos puestos en la vía, como las tachuelas visibles pero también escondidas, que pueden pinchar sus ruedas en varios puntos del trayecto.

En este escenario el Ejército asegura buscar la conciliación con las comunidades que protestan para recuperar los vehículos retenidos desde ayer por los manifestantes para taponar la carretera.

Es la calma que sigue a la tempestuosa jornada vivida ayer en el Cauca, donde los indígenas Gersain Cerón y Marco Aurelio Díaz Ulcué murieron en circunstancias que las autoridades investigan y que, según la Cumbre Agraria, Étnica, Campesina y Popular, convocante de la protesta, se debió a disparos durante una refriega con el Escuadrón Móvil Anti Disturbios (Esmad) de la Policía.

Sobre este asunto no hay más detalles procedentes de la autoridades, que hoy han dialogado por segundo día con los manifestantes.

Al encuentro, realizado en un resguardo indígena del Cauca, han asistido los ministros de Interior, Juan Fernando Cristo; Agricultura, Aurelio Iragorri; Minas, Germán Arce y Ambiente, Luis Murillo, así como el alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, para tratar de llegar a acuerdos con el Consejo Regional Indígena de ese departamento.

La reunión dejó un pacto para cuatro comisiones que tratarán los temas por los que protestan los campesinos: Agricultura, Minas, Ambiente y Posconflicto.

También, el Ministerio de Interior ha convocado para el próximo martes en Bogotá una reunión extraordinaria de la Mesa Única Nacional de diálogos con los líderes campesinos para tratar los temas que le han llevado a convocar un "paro agrario".

A dicho encuentro asistirán los ministros y directores de entidades responsables de los temas que están consignados en el pliego de peticiones de las 13 organizaciones que agrupan la Cumbre Agraria Étnica y Popular.

Al margen de estos acercamientos, las movilizaciones en el país continúan y dejaron hoy una batalla campal entre policías y manifestantes en la ciudad de Popayán, capital del Cauca, y 121 detenidos por bloquear la vía entre Bucaramanga y Cúcuta, en el noreste del país.

Según la Policía, unas 200 personas provenientes del departamento de Arauca (este), bloquearon la vía con dos camiones y seis vehículos particulares.

Durante el operativo las autoridades incautaron 106 bombas molotov, 14 armas artesanales, un cilindro de gas y una libra de pólvora.

Mientras, en Bogotá se movilizaron estudiantes de la Universidad Pedagógica en apoyo al paro agrario y a los maestros, que se manifestaron este miércoles en varios lugares de Colombia para exigir mejoras en materia de salud y seguridad social.

La convocatoria subió de tono con la llegada del Esmad, que arrojó gases lacrimógenos y balas de goma contra los jóvenes, lo que dio lugar a enfrentamientos.

El paro agrario, que tiene carácter indefinido, ha movilizado a miles de indígenas y campesinos en su mayoría contra la "profundización de las políticas neoliberales" del Gobierno y el supuesto incumplimiento de promesas hechas para poner fin a las protestas de 2013 y 2014.

Asimismo, buscan forzar al Gobierno a que reconduzca sus políticas para conseguir "la paz con justicia social y ambiental".

Dichas reivindicaciones fueron consideradas "absolutamente válidas" por la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), el principal sindicato del país.

La CUT criticó la "respuesta del Gobierno" ante las "justas peticiones de los indígenas y campesinos", que, apuntan, derivó en la muerte de Cerón y Díaz ayer y de Willington Quibarecama el pasado lunes.

 

EFE

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