Países de América apuestan por la cooperación para combatir tráfico de drogas
Abordaron la problemática del narcomenudeo.
El tráfico de drogas ilícitas es un problema transnacional y afecta las democracias de América y del hemisferio y por lo tanto debe ser combatido de manera conjunta por los Estados que deben redoblar esfuerzos para combatirlo, sobre todo en esta época surcada por la pandemia del coronavirus.
Así lo aseguraron los participantes en la jornada inaugural del 68 período ordinario de sesiones de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), que tiene como sede Bogotá pero se realiza de forma virtual.
"El narcotráfico continúa amenazando la seguridad y la estabilidad de la región", dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Recalcó que las organizaciones criminales han demostrado su "poder de adaptación para continuar produciendo y comercializando drogas ilícitas, utilizando técnicas de ocultamiento para traficar drogas", especialmente por vía marítima y aérea.
La Cicad, un organismo dependiente de la OEA, terminará sus sesiones el próximo viernes y en ellas participan delegados de los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos que dialogarán sobre los retos y desafíos que supone la búsqueda de la reducción de la demanda de drogas en el contexto de la pandemia.
Drogas sintéticas, otra amenaza
Mientras tanto, la presidenta de la Cicad, Kirsten Madison, que también es la secretaria de Estado adjunta de la Oficina de Narcóticos Internacionales de EE.UU., dijo que las drogas sintéticas son la "nueva amenaza" que devasta "nuestros países".
La Comisión ha puesto su empeño para elaborar una "estrategia hemisférica" y combatir el tráfico de esas drogas porque el mercado ha vuelto a crecer pese a la pandemia.
"La delincuencia encuentra nuevas formas para llevar las drogas", dijo Madison, al tiempo que comentó que una de las formas de atacar ese delito es a través de la cooperación de los países que pueden compartir información.
Esta estrategia debe involucrar a la industria farmacéutica porque es a partir de los fármacos que se desarrollan estos productos ilícitos.
Más esfuerzos pese a la pandemia
Almagro lamentó que los planes y programas de los diferentes gobiernos para tratar el problema de las adicciones a las drogas se hayan visto limitados por la pandemia que ha afectado no solo al hemisferio sino al mundo.
El "acceso a los programas de tratamiento y adicciones de las drogas se ha visto limitado y se requiere de más coordinación, desarrollo, implementación de planes y programas de reducción de la oferta y de la demanda de drogas que contrarresten el impacto del narcotráfico y que apoyen a las personas y las familias afectadas", enfatizó.
Sobre la cooperación, destacó iniciativas como la escuela regional americana de inteligencia que funciona en Bogotá desde hace algunos años y brinda asistencia técnica y capacitación en asuntos como investigación policial que sirve para combatir el narcotráfico.
"Gracias a la escuela regional de la OEA estamos promoviendo un enfoque común en cuanto a los procesos de recolección, análisis e intercambio de información entre agencias de control", puntualizó Almagro.
A propósito de la colaboración, Almagro dijo que en la lucha contra las drogas no hay cooperación de Venezuela y aseguró que ese problema afecta la región.
"El problema de las drogas no solo afecta a sus propios ciudadanos (a los venezolanos), sino que repercute negativamente en el resto de la región y en el hemisferio", sostuvo.
En esa dirección dijo que es "imprescindible" que los países continúen fortaleciendo las capacidades institucionales que promuevan y protejan la salud, la seguridad, los derechos humanos y el bienestar de las personas en la región y el hemisferio.
Hizo hincapié en que la revisión y la actualización de la estrategia hemisférica sobre drogas de la Cicad y el desarrollo de su plan de acción 2021-2025 es de "especial importancia".
"La estrategia hemisférica sobre drogas es el documento de drogas más importante de la década", dijo, y precisó que lo es porque representa un compromiso político de los países para hacer frente a los problemas de las drogas.
Además, allí están las directrices que todos los estados "den una respuesta integral y coordinada común del abordar del problema transnacional de las drogas".
Factor de violencia
Por su lado, la canciller colombiana, Claudia Blum, dijo que el problema mundial de las drogas es un factor que afecta muchos aspectos de la vida nacional porque está detrás del terrorismo, la corrupción y el deterioro del medio ambiente.
El Gobierno colombiano ha señalado al narcotráfico como uno de los principales enemigos de la comunidad porque es el principal motor de la violencia que se refleja en el asesinato de líderes sociales, defensores del medio ambiente, indígenas y campesinos y en la gran mayoría de las masacres que han ocurrido en el país recientemente.
"El problema mundial de las drogas es factor de deterioro del tejido social, de violencia, de terrorismo, corrupción y destrucciones de ecosistemas (...) es un flagelo que plantea retos en materia de seguridad y prevalencia de la legalidad", dijo Blum.
Aseguró además que "ninguna nación está exenta a los impactos del negocio ilícito de las drogas y de las múltiples formas del delito transnacional que se relacionan con este crimen".
EFE