Desprotegidos se encuentran los pacientes con trasplantes renal afiliados a Cajacopi EPS, por la desatención en la entrega de los medicamentos requeridos para su adecuado tratamiento médico.

No es la primera vez que esta situación la están padeciendo.

Sostienen que el hecho se viene registrando, nuevamente, desde que la entidad terminó con la contratación que mantenía con la Clínica de la Costa.

“Siempre sucede lo mismo cuando ellos no pagan. Primero sucedió con Colombiana de Trasplantes. Me pasaron para la Clínica de la Costa ya tengo alrededor de 8 meses con ellos. Me iba muy bien en medio de esta situación y ellos nos habilitaron una zona especial, aparte de la Clínica, donde nos estaban haciendo los exámenes, con todos los protocolos y las consultas nos las hacían telefónicamente y los medicamentos los mandaban a las casas”, manifestó Lilia Vargas Peluffo, una de las pacientes afectadas por la grave situación, en la que también se encuentran Marciano Daza De la Hoz, Napoleón Rodríguez Martínez y Jeison Rivera Ortiz, entre otros.

Sin embargo, fueron sorprendidos cuando la EPS Cajacopi los trasladó, repentinamente, a la Clínica General del Norte, “donde la consulta debe ser presencial y los pacientes que ya tuvieron citas en los primero días del mes de junio se están quejando porque a la fecha no les están entregando los medicamentos”.

Recordó que “yo viví esa experiencia con ellos de pasar 13 días sin medicamentos, cuando me hicieron el paso de Colombiana de Trasplantes a la Clínica de la Costa”.

“Yo no puedo tolerar un día sin medicamentos porque a raíz de lo que pasó la vez pasada mi riñón de 1,2 de creatinina aumentó a 1,4, 1,5, y yo no puedo poner en riesgo mi riñón”, advirtió.

Recalcó: “A quién se le ocurre ir a la Clínica General del Norte que es un foco de contagio, cuando nosotros somos pacientes muy vulnerables porque por los medicamentos que tomamos manejamos las defensas bajas y estamos propensos a que nos de este virus (Covid-19). Y si a nosotros nos da nos morimos. Es una realidad. No soy trágica, soy una mujer temerosa. Le creo a Dios, pero también se que uno tiene que ser preventivo. No es justo que en este momento que estamos viviendo nos tengan del timbo al tambo”, afirmó.

Advirtió que lo grave de la situación es que, por el momento, no existe contrato formalizado entre Cajacopi con la Clínica General del Norte.

“En la Clínica nos atienden, pero no hay contrato formal”, agregó para indicar que por estas circunstancias el centro asistencial tampoco les entrega los medicamentos requeridos.

Ante ello, la EPS Cajacopi les responde que está gestionando con una farmacia para proceder con la entrega de los medicamentos.

Y en ese plan, avanzan la pandemia, los días y los riesgos para esta población vulnerable.