Ni con dos tutelas falladas a su favor un paciente ha podido lograr que Coomeva EPS atienda sus requerimientos médicos.

Desde hace seis meses, Arnoldo Daza Fuenmayor, de 68 años de edad, no sólo libra una lucha por su salud, sino también una batalla jurídica para que la EPS cumpla de manera adecuada con su atención médica.

Su estado de salud es complicado desde que se le diagnosticó cáncer de próstata, situación que desde el principio no fue atendida de manera oportuna y adecuada por parte de Coomeva, de acuerdo con los requerimientos y procedimientos señalados por los médicos.

Ello obligó a interponer una primera acción de tutela que la EPS cumplió a medias, especialmente en la entrega de algunos (no todos) los medicamentos, con lo cual Coomeva aseguró haber cumplido con el fallo judicial.

“Así, la situación quedó en el aire y por eso acudimos a la Defensoría del Pueblo en busca de ayuda e interpusimos una segunda acción de tutela que fue fallada a favor y de manera integral, otorgando 48 horas para que le suministraran los medicamentos y aun nada”, manifestó Daza Fuenmayor.

El hecho fue que quedó pendiente, además, lo relacionado con la intervención quirúrgica, de lo cual la EPS se apartó.

Ante los desplantes de la EPS decidió acudir a un médico particular, cuyo diagnóstico no fue tenido en cuenta por Coomeva, por considerar que no estaba “en su lista de redes”.  Tampoco valió el segundo fallo de tutela que acompañó esta solicitud a la EPS.

Un familiar de Daza Fuenmayor también manifestó que “el estado de salud se le va complicando. Vamos de tutela en tutela, de caso en caso y ellos (Coomeva) nada. Es decir, ellos ni por el lado de la Defensoría del Pueblo, ni porque tengan tutelas en contra, ni por nada atienden. O sea, para ellos que se muera la persona con el cáncer y listo”.

A todo ello cuestionaron la displicente atención que han recibido en las instalaciones de Coomeva localizadas tanto en el Centro Ejecutivo como en la carrera 58 con calle 74, en Barranquilla.