El misionero italiano Ezio Roattino, de la comunidad la Consolata, que durante más de cuatro décadas trabajó en defensa de los pueblos indígenas de Colombia y América Latina, falleció a los 87 años en su país natal, confirmó la Conferencia Episcopal de Colombia.

Roattino permaneció 40 años en nuestro país acompañando y sirviendo al pueblo indígena Nasa en el departamento del Cauca, recordó la Conferencia.

El padre Julio Caldeira, hermano de comunidad, destacó que junto a los indígenas aprendió el Nasa Yuwe, y colaboró en la traducción de materiales y de la Biblia a este idioma.

“Su dedicación a la misión en América Latina, gran amor al Evangelio y a la Virgen de Guadalupe, lo hizo “asumir el apellido” Guadalupe”, añadió.

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El misionero italiano también conoció y compartió el trabajo pastoral del padre Álvaro Ulcué, primer sacerdote indígena Nasa asesinado en 1984, y el padre Antonio Bonanomi, misionero de la Consolata fallecido en 2018, cuyo legado sigue impulsando desde la parroquia San Juan Bautista, de Toribío, Cauca.

El jesuita Alfredo Fierro, quien conoció y trabajó con Roattino, recordó que él fue “un hombre profundamente comprometido con el pueblo Nasa. Lo recuerdo especialmente en el entierro de Álvaro Ulcué donde nos indignamos por la homilía del obispo que no dijo nada sobre Álvaro. Entonces P. Ezio, en el cementerio cuando lo estábamos enterrando, hizo la verdadera homilía. ¡Gran hombre y misionero!”.

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También destacó que a donde iba, llevaba consigo la Biblia latinoamericana que perteneció al padre Ulcué, la cruz de tau (símbolo de los “pequeños” y de que “somos todos hermanos”) y el anillo de tucum, elaborado en la Amazonía brasileña y promocionado por monseñor Pedro Casaldáliga.

“Este anillo muestra que yo me casé; me casé con una causa y esa causa son los indígenas colombianos, brasileños y amazónicos”, repetía con orgullo.