Cuando la nueva administración municipal del municipio de Maicao anticipó que harían los carnavales de ese municipio, que se llevan a cabo por estos días, varios sectores sociales y de la sociedad civil se opusieron.

El argumento de estos sectores era que Maicao pasaba por momentos de mucha tensión, elevados principalmente porque en esa población, con altas concentraciones de asentamientos indígenas, viven una de sus peores crisis por los problemas de desnutrición y la escasez de agua, aunada al Fenómeno del Niño.

Haciendo caso omiso a las críticas, la Casa de la Cultura de Maicao siguió adelante con la organización de las fiestas y, con ello, los inminentes resultados: derroche de agua por las calles del municipio, como lo revelan estas imágenes.

El derroche de agua es para ponerle los pelos de punta a cualquier persona que se haya sensibilizado con la grave situación que vive la población indígena de La Guajira: carrotanques cargados del preciado líquido salen a chorro para mojar a la multitud que disfruta de las fiestas al ritmo de la música y el licor.

Según relataron habitantes de Maicao, estas imágenes muestran tan solo dos ejemplos de una práctica común durante estos días, pese a que los sectores que se oponían a la fiesta, al ver que sería inminente, pidieron a las autoridades administrativas que fueran muy estrictas con la vigilancia de este tipo de comportamientos. Pero no fue así.