Miembros de las FARC llegaron este viernes al barrio La Chinita para el acto de reconocimiento por los hechos violentos ocurridos en 1994, cuando el frente V de esa guerrilla asesinó a 35 personas y 16 más resultaron heridas en Apartadó, cuando se encontraban en un baile popular.

En el acto de perdón estuvieron familiares de las víctimas y delegados de esa guerrilla como Iván Márquez, Pastor Alape, entre otros; Paula Gaviria, alta consejera de los Derechos Humanos, y funcionarios locales y departamentales.

"Todos los que nos encontramos aquí somos víctimas directas o indirectas. Nosotros sí perdonamos porque hemos tomado esa decisión porque las Farc también dijeron vamos a dejar las armas, si son 5.000 hombres que se van a desmovilizar son 5.000 fusiles que dejarán de matar, no queremos más madres con el dolor de perder un hijo ni esposas con hijos haciendo el papel de madre y padre ni tampoco hijos huérfanos", dijo una de las madres que perdió a uno de sus hijos.

"Vimos sinceridad en el perdón que dieron las FARC", en Cartagena, "lo vimos por televisión", agregó la señora del barrio Obrero.

"No solo es pedir perdón, queremos proyectos productivos, una universidad, viviendas para las víctimas directas", expresó la vocera de las víctimas.

Lo que dijeron las FARC

El jefe del equipo negociador de las FARC, Iván Márquez, en su intervención, sostuvo: "Hemos venido a La Chinita, 22 años después de aquel triste 23 de enero con el corazón compugido a pedirles perdón con humildad por todo el dolor que hayamos podido ocasionar durante el transcurso de esta guerra".

"Jamás, jamás debió ocurrir lo sucedido esa noche de alegría y verbena popular, nunca el mando de las Farc ordenó tal atrocidad, pero aquí estamos para responder como colectivo, como organización que se alzó en armas contra la injusticia", manifestó.

Y agregó: "Los muertos de La Chinita, también son nuestros muertos".

Dijo que "Todos en la vida hemos cometido errores  nada perdemos con reconocerlo, hablar con la verdad pura y limpia sana las heridas del arma"

"Cuando se cierran las puertas del perdón el odio se recicla, la medicina y la paz están en el corazón", aseguró Márquez.