Una insólita situación es la que viven usuarios del barrio José Antonio Galán, en el sur de Barranquilla.

El pasado 20 de agosto fueron sorprendidos por una cuadrilla de contratistas de Electricaribe que se tomó el sector de la carrera 3A con calle 34C y sin previo aviso emprendieron la masiva instalación de medidores.

Sin embargo, algunos propietarios les negaron el ingreso a sus inmuebles, argumentando que no tenían ninguna notificación previa de la empresa sobre la visita de la cuadrilla ni mucho menos para realizar dicho procedimiento.

Además, le manifestaron a los contratistas de Electricaribe que los medidores existentes se encontraban en buen estado, razón por la cual no se explicaban el por qué del cambio de los mismos.

Ante la actitud de los usuarios, la cuadrilla procedió a colocar los medidores en los postes y partes externas de las viviendas, bajo el argumento de que tenían orden expresa de instalar 2 mil contadores en los barrios del sur, porque ya Electricaribe va a desaparecer.

Poco después, el 9 de septiembre comenzó la distribución de la facturación.

En el caso de la usuaria María Teresa De la Hoz la facturación no le llegó por lo cual tuvo que recurrir a solicitarla por correo y luego físicamente en la misma.

Al recibir la facturación se llevó tamaña sorpresa ya que le llegó por 15 millones 249 mil 150 pesos.

Lo increíble del caso es que se trata de un inmueble estrato 2, con un consumo normal y que no tiene facturas pendientes.

Es decir, según la facturación, los 15 millones corresponden a un solo mes, por lo que consideran se trata de una situación indignante y arbitraria por parte de Electricaribe.

Sobre la doble situación indicaron que la empresa negó haber enviado la cuadrilla para el cambio de medidores y, en el caso de la insólita y millonaria facturación, les manifestaron que debían presentar un derecho de petición ante la empresa.

Lo que llama la atención es que la millonaria facturación les llegó después de haber sido instalado el nuevo y misterioso medidor.