246 millones de menores en el mundo resultan afectados cada año por violencia escolar
246 millones de menores en el mundo resultan afectados cada año por violencia escolar.
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“La violencia escolar exige replantear la educación”

Definitivamente hay que evolucionar la educación básica, porque nuestros niños y niñas van a millón.

Por Cecilia De Alba Narváez,  Comisaria de Familia y docente universitaria

El pasado 4 de noviembre se conmemoró el Día contra la Violencia y el Acoso Escolar, problemática ascendente,  que causa sufrimientos y hasta la muerte,  a muchos  niños y niñas en el mundo. Una estimación de la ONG Plan International y Unicef plantea que 246 millones de menores en el mundo resultan afectados cada año (Y. Jiménez M. 2021).

En Colombia, según  infografía construida de la prueba PISA (2018), por el Laboratorio de Economía de  la Universidad Javeriana,  el 32% de los estudiantes en Colombia reportó haber sufrido cualquier tipo de bullying en su colegio, el 12.2%  indicó que otros estudiantes le robaron o destruyeron cosas, mientras el 11.2% indicó que fue golpeado o empujado por otros estudiantes, el 18.1% indicó que recibieron burlas de parte de otro estudiantes y el 10.6% indicó que fue amenazado por otros estudiantes. La escalada de este fenómeno a nivel nacional, nos indican que  para el 2021,  6 de cada 10 niños colombiano sufren todos los días, algún tipo de acoso o ciberacoso (Ong Bullyng Sin Fronteras).

Afortunadamente el manejo de armas está más controlado. En las requisas que realiza policía de infancia, a petición de los directivos escolares, solo se encuentran armas pequeñas corto punzantes; y no sucede las locuras (masacres) que pasan en Estados Unidos.,

Para afrontar esa problemática, desde el 2013 contamos con el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el ejercicio de los Derechos Humanos, la educación para la sexualidad, la prevención y mitigación de la violencia escolar. Pero lamentablemente  casi una década después de aprobada la Ley, las estadísticas demuestran que en vez de mejorar, se agrava.

Hace unos días en el Congreso Nacional  se evaluó este sistema, destacándose la poca importancia que los entes territoriales le han brindado a esta problemática, donde tan solo en 96 municipios se constituyeron los comités de convivencia escolar, indicativo del desprecio de las autoridades locales, por los programas educativos.

El ministro de Educación, Alejandro Gaviria, manifestó la intención de esta cartera de impulsar los comités escolares de convivencia, educar a los maestros en este tema y  aumentar el número de psicorientadores en estos planteles. Y la Ministra de Salud, propuso realizar un tamizaje de estado psicológico de los niños para ofrecerles ayudas a ellos y sus familias.

Resulta interesante que desde el  Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación se anuncie que en las Pruebas Icfes habrá un cuestionario en el que preguntará a los estudiantes aspectos relacionados con sus necesidades emocionales. Muy necesario preocuparnos más por los sentimientos de nuestros estudiantes,  detectar los factores de riesgos y de protección en los entornos escolares; así como es urgente impulsar un nuevo perfil en nuestros maestros y educadores. Es más importante un educador con capacidad creativa,  empática, y de manejo de  conflictos, que un  magistral expositor de contenidos.

En las últimas pruebas de las convocatorias a aspirantes a cargos de educadores, muchos se quejaron del tipo de preguntas, donde prevaleció el manejo de los conflictos, el análisis de situaciones y el planteamiento de soluciones y  es apenas natural estas quejas; porque la tendencia tradicional de la educación primaria y secundaria es la simple reproducción de conceptos (memorización).

Con la poca experiencia como educadora, considero que se requiere iniciar un diálogo nacional entre la comunidad educativa, evaluar y si es necesario replantear la metodología tradicional de la enseñanza en la básica primaria y secundaria. Los niños y niñas mileniales en muchas ocasiones(gracias a que desde que nacen los entretienen con un celular, tv, table, etc), manejan  más información que los mismos educadores. Eso puede implicar que una clase al estilo magistral (reproducción y memorización  de conceptos)  les resulte aburridora o fastidiosa y se distraigan molestando, agrediendo a sus otros compañeros.

Hoy en día es más difícil ejercer la docencia. En las aulas es un reto captar el interés del estudiante que cree conocer el mundo y la vida de manera precoz, donde la clase debe ser una conversación de doble vía,  con estudiantes muy activos, muy participativos en la  elaboracion  del concepto, promoviendo actitudes críticas y creativas, que sientan el esfuerzo intelectual de comprender el mundo, de “aprehender” el reconocimiento de los derechos propios y ajenos, de los valores de vivir en familia y en comunidad.

Definitivamente hay que evolucionar la educación básica, porque nuestros niños y niñas van a millón.

 

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