"La inclusividad es el mayor reto de la paz en Colombia": Centro Nansen
Afirmó que el papel de la ciudadanía colombiana será clave en la construcción de la reconciliación.
El director del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, Alfredo Zamudio, tiene claro que el papel de la ciudadanía colombiana será clave en la construcción de la reconciliación y que la "inclusividad" es el mayor reto que afronta el país en ese proceso.
Antes de su participación en el Laboratorio de Innovación Ciudadana por la Paz, que se celebra desde el 15 de febrero y cierra mañana en la ciudad colombiana de Pasto, ubicada en el suroeste del país, el chileno dijo en entrevista con Efe que el evento es "un espacio seguro" en el que puede darse el diálogo.
En el laboratorio, 120 personas de 12 países trabajan alrededor de diez proyectos que dan soluciones concretas a problemas de la comunidad de la zona, especialmente azotada por el conflicto colombiano.
"Este es un espacio seguro, que invita a la creatividad, te dice 'preséntanos tu idea', imagínate que esto fuera la sociedad colombiana, un sitio en el que invitas a que los talentos se encuentren", definió.
Y es que, según contó, "en este lugar hay gente que jamás se habría encontrado si no la invitan" a participar, personas que volverán a sus lugares de origen "y que le contarán a sus familias que durante dos semanas escucharon y se pusieron de acuerdo con otros".
"El espacio seguro para la conversación es lo que se requiere", insistió antes de apostar por este modelo para el caso colombiano: "el talento de la gente colombiana es el de su capacidad y su experiencia, la gente tiene las ganas y las ideas de cómo se puede solucionar un problema".
A su juicio, también este tipo de encuentros puede ayudar a resolver el mayor reto que afronta el país en el proceso de posconflicto.
"El diálogo te vale para ocupar ese espacio que la falta de conflicto te deja, el acuerdo de paz te dice 'se terminó el conflicto, a recuperar el espacio público' y, ahí necesitas el diálogo", opinó.
Zamudio tiene claro que si Colombia no consigue crear un tejido social y unas instituciones incluyentes, no estará completando el proceso necesario para cerrar las heridas del conflicto.
"La inclusividad es el mayor reto -para construir la paz-, construir un tejido social, que es la cantidad de puntos de encuentro durante la vida de una persona con otras personas, si esos hilos de la vida se encuentran, el tejido es fuerte, se dan muchos puntos de conexión", explicó.
De esta forma, una sociedad incluyente y cohesionada puede "aguantar desastres naturales, presión económica, tensiones políticas...", consideró Zamudio.
El director del Nansen repitió las palabras diálogo e inclusión como si de un mantra se tratara y pidió a la sociedad colombiana que se atreva a hablar de la violencia para cerrar ese apartado de su historia.
"La posibilidad de lo que viene después del acuerdo es increíblemente importante, de reparar el tejido social destruido, aniquilado y fulminado durante 70 años de conflicto", dijo esperanzado.
De sus palabras se extrae la confianza que tiene depositada en la ciudadanía de este país para ser una parte activa y determinante del proceso de posconflicto.
"Colombia tiene uno de los conflictos más serios del mundo, pero tiene una sociedad civil muy resiliente, una gente muy echada para adelante, que repara rápido, olvida rápido o apaga rápido el dolor, pero el dolor esta ahí, Colombia necesita tener esa conversación", advirtió.
Por último, insistió en el compromiso del Centro Nansen por la Paz y el Diálogo con ese proceso.
"Colombia está en un momento decisivo de su historia, nosotros creemos que podemos ayudar a ser anfitriones de ese proceso durante un tiempo, después tendrá que hacerlo sola, pero tiene mucha capacidad", zanjó.
EFE