Katherine y Alejandra en la atención de un paciente en Tasajera.
Katherine y Alejandra en la atención de un paciente en Tasajera.
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Suministrada

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Katerine, Alejandra y América, enfermeras desempleadas que curan gratis a heridos de Tasajera

Requieren la ayuda y piden colaboración para ayudar a los pacientes.

El amor por una tierra símbolo de la desigualdad social en el país y el deseo de ayudar  a los más necesitados en medio de la tragedia que vivió su pueblo, llevó a tres tasajereñas solidarias a emprender hace 15 días una loable labor: curar a los heridos de la explosión del camión cisterna el pasado 6 de julio en la vía Ciénaga-Barranquilla.

Todo este trabajo lo desarrollan sin cobrar un solo peso, movidas solo con el deseo de servir a sus paisanos necesitados. 44 de ellos han muerto y otras 14 continúan hospitalizados en difrentes centros asistenciales de la Costa Caribe y Bogotá.

Ahí estaba la mayor dificultad. ¿En qué condiciones se iba a dar esa atención con una población sumida en la pobreza en la que no hay ni qué comer? Mucho menos iban a contar con los elementos que necesitaban para su tarea de enfermería.

Alejandra, Katherine y América recorren una calle de Tasajera

Katherine Ariza Acosta, América Ortega Pérez y Alejandra Ariza Fontalvo, son tres jóvenes que dos días después de la tragedia iniciaron la atención domiciliaria a heridos que en hospitales y puestos de salud dieron de alta con la recomendación de curarse en sus casas. Las dos primeras son auxiliares de enfermería y la tercera, enfermera profesional.

A Katherine se le ocurrió que podía prestar su servicio y se apoyó en Alejandra y América.

Las jóvenes, desempleadas por demás, hicieron “una vaca” entre ellas para comprar los insumos para la atención del primer paciente. Reunieron 28.000 pesos entre las tres. 

Fueron a la farmacia del pueblo a comprar gasas, vendas, sulfaplata, solución salina y vaselina.

Allí comenzó la osadía de las tres mujeres. Le dijeron a “Memín”, el farmaceuta del pueblo que el material que estaban comprando era para curar a los heridos que no tenían con qué. Una de ellas le pidió apoyar la causa y “Memín” fue el primero en respaldarlas. Les dio el doble de lo que pidieron de cada producto.

Las voluntarias cumplen dos semanas atendiendo a los heridos.

En la noche del 8 de julio publicaron en la página de la Fundación desarrollo Social del esposo de Katherine, el trabajo social que habían iniciado. Así comenzaron a llegarles insumos para los procedimientos de curación y a requerir insumos para la curación. 

En el ambiente contaminado de Tasajera curar a nueve pacientes es un verdadero desafío para estas tres jóvenes. En la curación de un paciente pueden durar hasta tres horas. Se conmueven con la sensación del dolor de los pacientes y en los primeros días, veían cómo los adoloridos heridos  quedaban en shock. 

A uno de estos pacientes ya le dieron de alta, pero las necesidades crecen porque en la medida  en que vayan saliendo de las clínicas, aumenta el número de lesionados a atender en casa y son más las necesidades post hospitalarias.

En este momento requieren elementos de mayores costos.

Los pacientes necesitan en sus humildes casas abanicos, colchonetas antifluidos y cremas cicatrizantes, entre otros.

En varios hogares a los que llegan no hay ni un abanico para que los pacientes tengan mejores condiciones para la atención en una población en donde el calor es sofocante.

La temperatura en el pueblo no baja de 34 grados.

Atención a uno de los heridos de Tasajera

Katherine, América y Alejandra requieren el concurso de todos y necesitan de la ayuda de personas de buen corazón, pero no piden recursos económicos. Sólo donaciones en especie. Así las están recibiendo en Servientrega de Ciénaga. El teléfono de Katherine es 3014396275.

La otra emergencia

El trabajo de estas mujeres se desarrolla de manera paralela, en medio de la otra alerta que se genera en el corregimiento de Tasajera por la pandemia de Covid-19. 

En este pueblo de pescadores, en comprensión municipal de Puebloviejo, la tercera población del Magdalena con mayor número de casos positivos de Covid-19 después de Santa Marta y Ciénaga, son precarias las condiciones sanitarias de la población.

En Tasajera se tienen ubicadas unas 100 mujeres gestantes y con la Fundación Médicos Amigos, en otra iniciativa de Katherine, se tiene la intención de llevarle atención médico asistencial, pero para ese fin necesita ayuda de agremiaciones médicas.

Alejandra atiende a uno de los heridos de Tasajera

 

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